Los organizaciones sociales demandan reformas urgentes
Jon Sanz Landaluze, S. Talavera, JD Carracedo
Diagonal
La campaña electoral y el triunfo de Lugo han dado un nuevo impulso a los movimientos, que ven más cerca la realización de sus demandas. Sin embargo, la composición del Gobierno y del Congreso no invita al entusiasmo.
La llegada al poder de Fernando Lugo ha despertado las esperanzas de cambio en un país (ver DIAGONAL nº 75) en el que la pobreza alcanza a la mitad de la población, en el que el acceso a la sanidad y a la educación, lejos de ser un derecho, es un privilegio de una minoría ; con un porcentaje de desempleo cercano al 11% y donde la concentración de la propiedad de la tierra (el 80% está en manos del 2,5% de la población) provoca el traslado de 90.000 personas por año del campo a la ciudad. Éxodo que se suma a la migración al exterior, estimada en 440.251 personas en el año 2007, el 10% con destino al Estado español. La candidatura de Lugo, la Alianza Patriótica para el Cambio, al igual que en el triunfo electoral del actual presidente brasileño Lula en 2003, ha sido consecuencia de una extraña coalición electoral donde compartían cartel partidos de la derecha más clásica como el Partido Liberal Radical (PLR), sectores de la izquierda urbana del Partido del Movimiento al Socialismo (P-MAS), representantes de los campesinos del Tekojoja o partidos de centro como País Solidario, de Rafael Filizzola. El deseo de expulsar del poder a un partido, el Colorado, que se había mantenido en el poder absoluto durante seis décadas era el pegamento que unía esta disparidad ideológica.
De tal candidatura, tal Gobierno
El Gobierno de Lugo está formado por una amalgama que representa a todo este espectro de partidos, con un especial peso para el Partido Liberal: en las elecciones al Senado y al Congreso, que se realizaron simultáneamente a las presidenciales, este partido ha sido el segundo en representación, por detrás del omnipresente Partido Colorado. Los liberales, el eterno partido de la oposición, ocupan ministerios con abultado presupuesto: Hacienda, Industria y Comercio, Obras públicas y Comunicaciones, y Agricultura y Ganadería. Para los partidos de izquierda han quedado los ministerios más relacionados con lo social: Ambiente, Mujer, Salud Pública y Acción Social (ocupados por Tekojoja), o el Ministerio de Emergencia Nacional, ocupado por Camilo Soares, del P-MAS. De todos estos partidos de izquierda que estaban dentro de la coalición por la que se presentaba Lugo, solo Tekojoja sacó representación al Senado y Congreso con un solo senador, frente a los 14 que sacó el Partido Liberal Radical o los 15 que sacó el Partido Colorado.
La composición del Gobierno hace “muy complicado que se pueda tener esperanza de un cambio radical por el lado del Gobierno”, afirma Ernesto Benítez, candidato de Convergencia Popular Socialista. Este sentir, compartido por gran parte de la izquierda alternativa, le da especial relevancia a la sociedad civil paraguaya y a los movimientos sociales, que pueden jugar un papel protagonista en estos momentos. Y así lo reconocen la mayoría de movimientos sociales y en especial los campesinos, que saben que “tienen que seguir presionando al poder a través de movilizaciones y ocupaciones y que la ansiada reforma agraria todavía está lejos”, continúa Benítez. El asesinato de líder campesino Bienvenido Melgarejo el 3 de octubre pasado a manos de la Policía Nacional durante una ocupación de tierras en el Estado de Alto Paraná es una muestra más de las dinámicas de represión en el campo : más de cien campesinos fueron asesinados entre 1985 y 2005.
Monocultivo de la pobreza
El campo vive, desde hace diez años, un incremento de la implantación de los monocultivos dedicados a la exportación, con la compra de miles de hectáreas por parte de extranjeros, principalmente brasileños, que encuentran la tierra paraguaya más barata que la de su país. El año pasado se plantaron 2,8 millones de hectáreas (el 60% de las tierras cultivadas) de soja, la mayoría transgénica, convirtiéndose en el cuarto exportador mundial detrás de Estados Unidos, Brasil y Argentina. Los terratenientes, asociados a las grandes multinacionales (Monsanto, Cargill…) han encontrado en este país, con sus laxas leyes medioambientales, la corrupción y la mano de obra barata, el lugar perfecto para una producción para la exportación que les reporta ingentes cantidades de dinero.
Para los campesinos en cambio sólo significa la perdida de sus tierras y la contaminación del medio ambiente con pesticidas que fueron prohibidos hace décadas en otros países (paraquat, diquat, glifosato) y que han provocado la muerte directa de varios habitantes del campo y la enfermedad de muchos otros. Un niño de 11 años que vivía en las inmediaciones de un campo de soja fue rociado directamente con glifosato el 7 de enero de 2003, cuando atravesaba un campo para comprar carne para la familia. Murió pocas horas después.
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Campesinas e indígenas piden la reforma agraria
S.Talavera
Desde la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI), uno de los pocos espacios en los que se organizan conjuntamente sectores campesinos e indígenas y una de las organizaciones de mujeres con más peso en el país, Magui Balbuena señala que son “conscientes de que el cambio se va a dar de manera gradual, que no es fácil hacerse cargo de un país” al que describe “en la ruina como consecuencia de la corrupción instalada en todas las esferas del Estado durante los largos años de dominio colorado”.
Sin embargo, destaca que las demandas son inmensas, que “los pobres han depositado la esperanza en un obispo al que votaron con devoción” y del que esperan que cumpla lo prometido en la campaña electoral: combatir la pobreza, el desempleo, la corrupción e impulsar la reforma agraria.
Desde hace décadas, las organizaciones campesinas reclaman una reforma agraria integral que introduzca nuevos modelos de producción sostenible, que contemple la concesión de créditos blandos a mediano y largo plazo para las y los pequeños campesinos y campesinas, que reorganice el sistema de comercialización y transporte y que priorice las micro empresas de mujeres y jóvenes en la ciudad y en las áreas rurales como modelo para incrementar los ingresos económicos de las familias y paliar el éxodo masivo provocado por la falta de empleo.
Entre las principales inquietudes acerca de la nueva situación política, Balbuena cuestiona si habrá verdadera voluntad política para combatir la corrupción frontalmente y señala como escollos principales la corrupción imperante en el sistema de justicia y la propia conformación actual de las dos cámaras legislativas en las que siguen siendo mayoritarios los partidos tradicionales, el Colorado y el Liberal, junto a las agrupaciones de creación más reciente como UNACE (escisión del Partido Colorado fundado por el golpista Lino Oviedo) o Patria Querida (encabezado también por disidentes colorados y que cuenta con el apoyo de los sectores más conservadores de la Iglesia católica). Todos comparten estar integrados por los dueños de los grandes latifundios, de la mafia organizada, por empresarios que no respetan las leyes, que no pagan impuestos ni seguros sociales.
Balbuena deja en claro que las dudas no son menores pero deposita la “esperanza en que Fernando Lugo considere a las fuerzas sociales organizadas como un sector importante dentro de su gobierno para poder respaldar la concreción de los anhelos de la gran mayoría del pueblo”.
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Pueblos indígenas: ¿fin del expolio?
S. Talavera
17 son los pueblos indígenas que habitan Paraguay, entre los que hay cinco familias lingüísticas diferentes. Constituyen apenas alrededor del 2% de la población del país (cerca de 90.000 personas). Muchas de sus comunidades, que se encuentran en una situación de pobreza o extrema pobreza, han sido expulsadas de sus territorios tradicionales, ocupados, en un alto porcentaje, por grandes terratenientes o colonias menonitas que se dedican al monocultivo de la soja, maíz o algodón entre otros. Por eso tienen en la recuperación de sus tierras una de las reivindicaciones principales. La vulneración del derecho a la salud, a la educación, a unas condiciones de vida dignas o la explotación laboral que sufren en condiciones de semiesclavitud, en numerosos casos en las grandes haciendas que usurpan sus territorios, son algunas de las razones que han empujado a la movilización de las comunidades.
Algunas de ellas ocuparon el año pasado durante meses las plazas de Asunción reclamando sus derechos. Julia Cabello, de la organización Tierraviva, dedicada a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, integrada a su vez en la Red de Entidades Privadas al servicio de los Pueblos Indígenas en Paraguay, traslada a DIAGONAL la posición adoptada por este sector ante el nuevo Ejecutivo : “El nombramiento de Margarita Mbywangi, líder de una comunidad del pueblo aché, como presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena, a pesar de tratarse de una designación no compartida por la totalidad de los miembros indígenas, es analizada como una medida acertada, encaminada a encarar con valentía las demandas de los sectores indígenas de Paraguay”.
Las demandas al nuevo Gobierno giran en torno al diseño y aplicación de políticas públicas que recojan los derechos fundamentales de los pueblos indígenas. “A corto y medio plazo, requieren la creación de un mecanismo institucional que garantice la consulta a los pueblos indígenas y el derecho al protagonismo propio de los mismos en la definición de las prioridades de políticas, planes, programas y proyectos”. Ven necesario tanto un programa de restitución de tierras, el reconocimientos de los derechos de propiedad colectiva y un plan para la protección de la biodiversidad, en especial del patrimonio forestal e hídrico en tierras y territorios indígenas. Igualmente, exigen la “realización de una consulta previa a los pueblos indígenas en la prospección y explotación de hidrocarburos”.
En cuanto a los derechos laborales, defienden “la creación de organismos de fiscalización de las condiciones laborales de los trabajadores indígenas”. La principal duda, señala Cabello “constituye el futuro accionar de las nuevas autoridades electas como parlamentarios, dado que fue reforzada la composición ciertamente conservadora respecto a la restitución territorial indígena” y la reversión decidida de la difícil situación actual a través de la sanción y aplicación de programas legislativos que sean favorables para acabar con el estado de emergencia permanente en el que viven las comunidades indígenas.
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Derechos de las lesbianas
S. Talavera
Aireana es la primera y única organización de defensa y reivindicación de los derechos de las mujeres lesbianas en Paraguay. Las dudas que se ciernen sobre el Gobierno de Fernando Lugo se derivan sobre todo por la mayoría que mantiene el Partido Colorado en el Parlamento paraguayo, que dificultará la ejecución de las demandas que se están proponiendo.
Pero además, desde Aireana “temen que el pasado secular del actual presidente pueda condicionar su actuación” en temas como el aborto o el tratamiento de la homosexualidad,a pesar de que en campaña electoral Lugo afirmó estar de acuerdo y a favor de la unión entre personas del mismo sexo.
El derecho al trabajo, a la educación, el derecho a la salud, a la libertad de expresión, a una vida libre de violencia y el derecho a la libertad, a la seguridad y a la integridad personal, reconocidos para el colectivo de lesbianas conforman los ejes de acción política y social de Aireana. Rosa Posa, una de sus integrantes, señala que ante el nuevo Gobierno “exigen que se tengan en cuenta los derechos concretos de las lesbianas como expresión de la diversidad específica de este grupo dentro del colectivo de las mujeres”.
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La salud, una mercancía
S. Talavera
En el último Informe de la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY) de 2007, se afirma que “la salud, antes que un derecho, es una mercancía en Paraguay. Una mercancía de escasa calidad. Quien cuenta con medios suficientes para pagar un seguro privado puede acceder a una salud cada vez más mercantilizada”, pero entre el 80% y el 90% debe acudir al sistema de salud público caracterizado por una extrema precariedad.
Son numerosas las organizaciones sociales que luchan hace tiempo por el derecho a la salud. El Movimiento Nacional de Defensa de la Salud Pública, por boca de una sus portavoces, Victoria Peralta, plantea con contundencia sus demandas: “El cumplimiento de los derechos humanos en el país y en particular del derecho a la salud. Que se ejecuten las políticas públicas en calidad de vida y salud, tal como se comprometiera el actual presidente en sus campañas y que no resulte ser una linda propuesta en los papeles.
Que la salud sea en realidad universal, gratuita y de calidad, sin discriminación de ninguna clase. Que se apruebe la ley de salud sexual y reproductiva. Que el Gobierno demuestre su verdadero interés de garantizar políticas sociales priorizando la salud, destinando los recursos necesarios”.
Peralta considera que los principales peligros pueden derivarse de elementos como que el reparto de cuotas políticas “ponga en peligro la credibilidad del nuevo Gobierno. Que el Parlamento no acompañe las intenciones de inversión social y deje al Ejecutivo sin los recursos necesarios para una gran política social”.
Medios de comunicación empresarial: Comienza el acoso a Lugo
Jose-David Carracedo
No hubo cien días de cortesía. Al día siguiente de asumir la presidencia, comenzaron los ataques de los medios empresariales. Dos meses y medio después, el diario ABC Color se ha constituido como referente para TV y radios en la oposición al Gobierno.
La cuestión de la tierra ha sido el desencadenante. Los medios acusan a sectores del Gobierno de fomentar las ocupaciones de tierra, aunque éstas han mantenido un ritmo similar al del período anterior.
Salim Buzarquis, del Partido Liberal (en la coalición gubernamental) y presidente de la Cámara de Diputados, se desmarca garantizando “el respeto irrestricto de la propiedad privada. Los jueces deben ordenar el cumplimiento inmediato de las órdenes de desalojo”.
Al día siguiente de la toma de posesión, Lugo realizó una visita conjunta con Hugo Chávez a San Pedro, localidad donde Lugo ejerció su obispado antes de colgar los hábitos. Los discursos pronunciados incidieron repetidamente en la cuestión de la reforma agraria, y se firmaron varios documentos de cooperación con Venezuela. Muchos medios tildaron estos acuerdos como un giro al socialismo. Los acuerdos se centran en energía, salud, alimentación, educación, comunicación, medio ambiente y colaboración social.
Destaca el convenio que permitirá incrementar la cuota de 18.600 barriles diarios de crudo que recibe Paraguay de Venezuela a 25.000. Según la Constitución, el Congreso tiene el derecho de vetar los acuerdos internacionales. Desde los medios se ha lanzado una campaña para que el Congreso pueda modificar los términos del acuerdo. Como respuesta, el ministro de Exteriores ha declarado : “La Constitución establece expresamente que la negociación y firma de tratados internacionales es una atribución del presidente de la República”. A pesar de que los acuerdos se encontraban colgados en la web de la Presidencia, se está usando la tardanza en remitirlos al Congreso para acusar de secretismo al Gobierno, y al tiempo denunciar que este secretismo esconde “la chavización de Paraguay”.
Uno de los acuerdos más criticados versa sobre la incorporación progresiva de Paraguay a Telesur. El anuncio de la próxima creación de una agencia de noticias estatal ha sido recibido por los medios de comunicación con acusaciones de querer suplantar su papel en el panorama mediático paraguayo.
11/6/08
Crow Butte uranium mine’s license renewal protested
By GEORGE LEDBETTER, Record Editor
http://www.thechadronnews.com/articles/2008/11/03/chadron/headlines/news880.txt
Opponents of the Crow Butte Resources uranium mine near Crawford used a two-day hearing in Chadron last week to try and convince a panel of Nuclear Regulatory Commission judges that the mine’s operation poses a danger to area water supplies, and may be causing significant health effects on the Pine Ridge Indian Reservation.
The 13 individuals and groups seeking to have operations of the In Situ Leach (ISL) mine suspended face a significant hurdle, however, as they first must convince the panel that they have the right to take part in the license renewal proceedings.
The Crow Butte mine has been in operation since the early 1990’s, and produces about 800,000 pounds of yellowcake uranium each year. The mine is owned by Cameco Corp., a Canadian-owned company that is the world’s largest uranium producer, and ships its yellowcake to Canada for use in nuclear electric generation plants.
The mine has applied to the NRC for a permit to expand operations to a site just north of Crawford, and is preparing plans for two additional expansions in the area south of town as well.
Opponents of the license renewal include several of the same people and groups who are seeking to block the mine’s expansion. Among those are the Western Nebraska Resources Council, the Oglala Sioux Tribe of South Dakota, Owe Aku/Bring Back the Way, a Lakota Indian cultural group, Tom Cook of Chadron, Debra White Plume of Pine Ridge, S.D., and other individuals from South Dakota and Nebraska.
The Oglala Sioux Treaty Council, a group separate from the tribal government, is also seeking to intervene in the license renewal.
Opposition to the mine is based in large part on the allegation that the water used in mining, which is drawn from the shallow Chadron formation, could contaminate deeper underground aquifers that provide water for the reservation, 30 some miles northwest of the mine. Further threats are posed by surface water drainage into the White River, which flows from the Crawford area to the reservation, they contend.
Reservation residents may already be experiencing effects of the mine in the form of high incidence of diabetes and some types of cancer that are related to the presence of radioactive elements, according to mine opponents.
In their most recent filing, the opponents said that in addition to contaminating water with radioactive material, ISL mining releases arsenic into water supplies, which a recent study shows as a contributing factor to diabetes. In a press release, the opponents also seek to link what they call a ‘cluster’ of pancreatic cancer in Chadron to the mine’s operation.
Attorneys for Crow Butte oppose the inclusion of the petitioners in the license renewal process, and contend that the mine has operated safely and without harming surface or underground water for more than a decade. No evidence has shown that water from the mine has migrated off site, they argued, and test wells at the perimeter of the mining area have shown no contamination problems.
Much of the opponents’ argument about the threat to underground water is based on a report by Chadron State College geology instructor Hannan LaGarry, which says that faults and fractures in underground rock layers could provide a link between the localized aquifer used for mining and other water bearing formations.
“My clients strongly believe that the right to clean and useable water is a human right,” said Bruce Ellison, an attorney for several of the mine opponents. “And we believe... that there is a plausible causation between the area being mined currently... and water supplies being utilized on the reservation.”
Other geologists don’t support the idea of fractures that connect the aquifers, however, said Tyson Smith, an attorney for Crow Butte. “LaGarry has a more recent interpretation. That’s not a substitute for site-specific data. At the site level, we don’t have these fractures,” he said.
The Oglala tribe and the Treaty Council also argue that they have additional rights to control operation of the mine because it is on land that was granted to the tribe under federal treaties in 1851 and 1868.
No firm timetable is in place for decisions on the license renewal, NRC administrative judge Micheal Gibson said at the conclusion of the hearing at Chadon State College’s Sandoz Center. The four judges on the panel hope to have a decision on the ‘standing’ of the opponents within a couple of months, he said, while action on the license itself won’t come until the NRC staff completes its analysis of the renewal application. Operations at the mine can continue while the application is being reviewed.
Gibson and the three other NRC judges hearing the renewal application toured the mine site Thursday morning and then visited the Pine Ridge Reservation in the afternoon before returning to Washington, D.C.
http://www.thechadronnews.com/articles/2008/11/03/chadron/headlines/news880.txt
Opponents of the Crow Butte Resources uranium mine near Crawford used a two-day hearing in Chadron last week to try and convince a panel of Nuclear Regulatory Commission judges that the mine’s operation poses a danger to area water supplies, and may be causing significant health effects on the Pine Ridge Indian Reservation.
The 13 individuals and groups seeking to have operations of the In Situ Leach (ISL) mine suspended face a significant hurdle, however, as they first must convince the panel that they have the right to take part in the license renewal proceedings.
The Crow Butte mine has been in operation since the early 1990’s, and produces about 800,000 pounds of yellowcake uranium each year. The mine is owned by Cameco Corp., a Canadian-owned company that is the world’s largest uranium producer, and ships its yellowcake to Canada for use in nuclear electric generation plants.
The mine has applied to the NRC for a permit to expand operations to a site just north of Crawford, and is preparing plans for two additional expansions in the area south of town as well.
Opponents of the license renewal include several of the same people and groups who are seeking to block the mine’s expansion. Among those are the Western Nebraska Resources Council, the Oglala Sioux Tribe of South Dakota, Owe Aku/Bring Back the Way, a Lakota Indian cultural group, Tom Cook of Chadron, Debra White Plume of Pine Ridge, S.D., and other individuals from South Dakota and Nebraska.
The Oglala Sioux Treaty Council, a group separate from the tribal government, is also seeking to intervene in the license renewal.
Opposition to the mine is based in large part on the allegation that the water used in mining, which is drawn from the shallow Chadron formation, could contaminate deeper underground aquifers that provide water for the reservation, 30 some miles northwest of the mine. Further threats are posed by surface water drainage into the White River, which flows from the Crawford area to the reservation, they contend.
Reservation residents may already be experiencing effects of the mine in the form of high incidence of diabetes and some types of cancer that are related to the presence of radioactive elements, according to mine opponents.
In their most recent filing, the opponents said that in addition to contaminating water with radioactive material, ISL mining releases arsenic into water supplies, which a recent study shows as a contributing factor to diabetes. In a press release, the opponents also seek to link what they call a ‘cluster’ of pancreatic cancer in Chadron to the mine’s operation.
Attorneys for Crow Butte oppose the inclusion of the petitioners in the license renewal process, and contend that the mine has operated safely and without harming surface or underground water for more than a decade. No evidence has shown that water from the mine has migrated off site, they argued, and test wells at the perimeter of the mining area have shown no contamination problems.
Much of the opponents’ argument about the threat to underground water is based on a report by Chadron State College geology instructor Hannan LaGarry, which says that faults and fractures in underground rock layers could provide a link between the localized aquifer used for mining and other water bearing formations.
“My clients strongly believe that the right to clean and useable water is a human right,” said Bruce Ellison, an attorney for several of the mine opponents. “And we believe... that there is a plausible causation between the area being mined currently... and water supplies being utilized on the reservation.”
Other geologists don’t support the idea of fractures that connect the aquifers, however, said Tyson Smith, an attorney for Crow Butte. “LaGarry has a more recent interpretation. That’s not a substitute for site-specific data. At the site level, we don’t have these fractures,” he said.
The Oglala tribe and the Treaty Council also argue that they have additional rights to control operation of the mine because it is on land that was granted to the tribe under federal treaties in 1851 and 1868.
No firm timetable is in place for decisions on the license renewal, NRC administrative judge Micheal Gibson said at the conclusion of the hearing at Chadon State College’s Sandoz Center. The four judges on the panel hope to have a decision on the ‘standing’ of the opponents within a couple of months, he said, while action on the license itself won’t come until the NRC staff completes its analysis of the renewal application. Operations at the mine can continue while the application is being reviewed.
Gibson and the three other NRC judges hearing the renewal application toured the mine site Thursday morning and then visited the Pine Ridge Reservation in the afternoon before returning to Washington, D.C.
“El sistema que se basó en la libertad y se olvidó de la igualdad, se hunde”
Entrevista a Federico Mayor Zaragoza, ex-Director General de la Unesco y Presidente de la Fundación Cultura de Paz
Manoel Santos
Altermundo
Como muchas personas dedicadas a las ciencias de la vida, Federico Mayor Zaragoza hace años que desvió su camino hacia el campo social, hacia la gente que sufre. Será porque es justamente la vida en el planeta lo que está en juego.
Cuando Federico Mayor Zaragoza era un estudiante, el profesor Hans Krebs, uno de los más célebres bioquímicos da historia, le dijo: “la justificación de la ciencia y del conocimiento es su aplicación para evitar o reducir el sufrimiento humano”. Desde entonces, en todas sus investigaciones, en todo lo que hizo en bioquímica prenatal e incluso con el ‘plan nacional da prevención da subnormalidad infantil’ que inició en los años 70, estaba en su horizonte esta exigencia ética. Es posible que por tal razón acabara por ser durante doce años director general da Unesco, y o que fuese por eso por lo que creara el Programa Cultura de Paz en la institución, cuyos objetivos persigue ahora desde la Fundación Cultura de Paz. De derechos humanos sabe cómo el que más. Ética pura.
—Estamos a mes y medio de la celebración del 60 aniversario da Declaración Universal de los Derechos Humanos. En su opinión, ¿son sesenta años de éxitos o de fracasos?
Pienso que la influencia de la Declaración en la vida y en las aspiraciones das personas fue extraordinaria. Seguramente fue el acontecimiento más importante del siglo XX, porque los mensajes, las pautas de conducta y los puntos de referencia éticos propios da Declaración Universal son ahora más importantes que nunca.
—¿Por qué ahora?
Porque es el momento de rediseñar completamente o futuro. Lo estamos viendo con el fracaso estrepitoso de un sistema económico que se basaba en las leyes del mercado en lugar de hacerlo en los principios democráticos que la constitución de la Unesco contiene: la justicia, la libertad, la igualdad y la solidaridad; y que también, más adelante, amplía la Declaración Universal. Ahora tendremos que pensar no sólo en el rescate de las instituciones financieras, sino sobre todo en el rescate de la gente, y sobre todo en el de la gente más vulnerable.
—Intuyo que ya escuchamos eso más de una vez.
Ya, pero si algo delata la situación actual es que medios hay. Antes nos decían que no había dinero para el fondo del sida o el de la alimentación, e incluso que como mucho, con los objetivos del milenio, podríamos reducir la hambre a la mitad para 2015. ¡Mire ahora como de un día para otro aparecen 700 mil millones para salvar la crisis financiera! ¡Ojo! ahora se puso de manifiesto que todo es cuestión de voluntad política. Cuando yo escuchaba estos días que se va refundar el Fondo Monetario Internacional, yo decía, pues miren, aprovechen para refundar las Naciones Unidas, aprovechen para poner en orden todo lo que los plutócratas del mundo destruyeron.
—Parece que ahora la clase política admite que eso del capitalismo salvaje, de la ausencia del Estado, no llevaba a ninguna parte. ¿No hay cierta dosis de cinismo?
Claro. Es que no estamos, por mucho que digan, hablando de economía. Estamos hablando de derechos humanos. Ahí está y estuvo siempre el gran error. En 1991 yo ya escribí: se hundió con el muro de Berlín un sistema que, basado en la igualdad, se olvidó de la libertad. Y ahora digo, se hundirá el sistema alternativo que, basado en la libertad, se olvidó de la igualdad. Está claro lo que está pasando, a cuyo objeto a mí me parece que ahora es más importante que nunca reivindicar los derechos humanos, reivindicar el poder ciudadano y decir que ahora somos los ciudadanos los que queremos que nos rescaten y que nos tengan en cuenta, porque en esto consiste la democracia.
—La Declaración no deja de ser eso, una declaración que no es de obligado cumplimiento para nadie. ¿Es lo único que puede hacer la ONU? ¿Los derechos humanos no deberían ser más ley que declaración?
No. Yo encuentro que, en el momento en que son incorporados a las constituciones de los Estados, como sucede en el caso da española y de otros muchos países, ya tienen esta vigencia. Lo importante no son las leyes, sino su cumplimiento. Lo que tenemos que hacer es seguir las pautas éticas con las que nos dotamos a nivel internacional. Y tenemos que saber sobre todo que hay un derecho humano supremo, o derecho a la vida, porque sino el derecho a la educación, a la sanidad de nada valen. Esto tienen que aprenderlo sobre todo los que piden derechos asesinando personas. ¿Como pueden reivindicar derechos los que están segando vidas? El derecho humano se tiene, se reconozca o no, pero tenemos que saber que hay derechos inherentes, como el derecho a la salud, a la alimentación o al agua, los derechos de las 60.000 personas que mueren de hambre cada día.
—¿Los pilares de este neoliberalismo feroz que se está comiendo al mundo desde hace décadas, están cediendo?
Neoliberalismo feroz. Y sordo también. Claro que ceden. Llevamos diciendo esto desde hace mucho tiempo y aún hace unos meses exautoridades españolas y personas muy vinculadas al neoliberalismo decían que hay que seguir liberalizando y privatizando. No, el Estado tiene que ser el responsable. Puesto a transferir medios, el Estado transfirió también responsabilidades, y esto de ninguna forma es aceptable.
—Estaremos en buen momento para reivindicar todo esto, pero parece que en los últimos tiempos sufrimos un retroceso en derechos (laborales, de tránsito de personas, etc.). ¿Es el neoliberalismo, al que se le echa toda la culpa de los males del planeta y de la humanidad, un enemigo de los Derechos Humanos?
No nos engañemos. Los derechos humanos están muy por encima de cualquier fórmula de índole económica. Justo en el momento en que se sustituyeron los derechos humanos por las pautas comerciales se hundió todo. Nos quitaron muchos derechos en los últimos años, es cierto. Cuando yo era rector en Granada, en 1968, la lucha que tenían, que teníamos, era la lucha por la libertad y por la justicia. Después llegaron estos señores y dijeron que la economía estaba a parte de todo esto, que había unas leyes del mercado. Incluso recuerdo con estupor como en 1996 el presidente Clinton ¡llegó a hablar de “market society” y de “market democracy”! Además, no sólo es dinero lo que concentraron, es que concentraron poder.
—También poder mediático y demasiado poder militar. ¿No es así?
Efectivamente. Tú mira hoy en que manos están la mayor parte de medios de comunicación. En muy pocas y que además, desde el neoliberalismo, fomentaron una economía de guerra. Actualmente gastamos 3.000 millones de dólares al día en armas, ¡cuando mueren millares de personas! Es que además no paran. Desde la OTAN y desde todos los gobiernos. El presidente Arias (Costa Rica) nos dijo hace poco que en 2007 tuvieron que adquirir 40 mil millones de dólares en armas en América Latina. Israel acaba de adquirir armas por 20 mil millones. Todo esto tiene que acabar ya.
—El sistema hace también un uso tendencioso del término paz. Eso de llamarles “fuerzas de paz” a los ejércitos no parece muy lógico.
Ojalá fuesen fuerzas de paz y las pusiesen a disposición de Naciones Unidas. Antes les llamaban ministerios da guerra, ahora ministerios de defensa. ¿Defensa contra quien? Deberíamos comenzar a hablar de ministerios da paz, y paz significa sobre todo justicia, desarrollo y participación ciudadana.
—Participación ciudadana. ¿Llevamos demasiado tiempo callados?
Sin duda. Llevamos mucho tiempo siendo súbditos, y hay que sustituir los súbditos por ciudadanos. Los que nos gobernaron partieron de supuestos tan aberrantes como que nosotros les tenemos que ofrecer nuestra vida, si llega o caso. ¿Pero eso que es? ¡Incluso utilizan nuestra vida cuando quieren! Fuimos unos ciudadanos muy dóciles, seguimos siempre unas pautas impuestas desde el poder y ahora tenemos que pasar de una vez a ser ciudadanos plenos.
—¿Y como puede un ciudadano de lo común exigir esto?
La unión hace la fuerza. Hasta hace poco era muy difícil unirse porque no teníamos más que la presencia y la palabra. La palabra brilló por su ausencia, cometimos todos un delito de silencio, y no sólo la gente, sino también las instituciones, las universidades, la comunidad científica, la artística, la intelectual.. ¿Por que callan? Hasta ahora la participación era difícil, se tenía que hacer en manifestaciones, en demostraciones de disidencia, con los peligros –y manipulaciones– que esto supone. Ahora hay algo fundamental para el cambio, es la participación no presencial. A través dos SMS, de internet, del web 2.0, dos blogs, etc. Todo esto va a producir un cambio radical.
—Son como instrumentos creados por el mercado que ahora se pueden volver en su contra.
En cierto modo. Pero yo no tengo nada contra el mercado cuando este es útil. Yo estoy contra o mercado que sustituye os valores en política. Entiendo, más o menos, que una empresa quiera ganar dinero en el menor tiempo posible, pero no comprendo que los gobiernos se hayan regido también por las mismas pautas. Un gobierno tiene que aplicar políticas basadas en los humanos, en los derechos de los humanos, y no en los deseos del mercado. Ahora tenemos una magnífica oportunidad. Toda crisis es también oportunidad.
—Últimamente se habla mucho también dos derechos colectivos, especialmente de los de pueblos indígenas o poblaciones originarias. ¿Los derechos humanos deberían ser más colectivos o más individuales?
El derecho humano es de cada ser humano, único e irrepetible. Cada uno tiene que tener unos derechos que le sean respetados. Ahora, además de eso, y no en lugar de, hay unos derechos, como en el caso dos derechos indígenas, que se deben aplicar la colectividades, porque son estas colectividades las que durante siglos fueron objeto de una falta total de respeto. ¡Hasta no se les consideraba seres humanos! La historia de la humanidad tiene lo suyo. A mí me parece muy bien que se reconozcan los derechos de estas comunidades que fueron agraviadas cómo tales.
—La constitución de Ecuador, aprobada recientemente, pretende hacer de la naturaleza un sujeto de pleno derecho. Es decir, extender los derechos de las personas a la naturaleza, al planeta. ¿Es esta una materia pendiente de la humanidad?
Esta es una visión muy hermosa, hermosísima, procedente justamente de muchas culturas indígenas latinoamericanas que tienen una íntima relación física y espiritual con la madre naturaleza, con la Pachamama. Ahora, esto no tiene que restar el derecho humano, porque este comporta también un ambiente saludable y sano. Cuando yo hablaba del derecho supremo a la vida incluyo la naturaleza, sin ella no hay vida. Sin embargo no podemos preocuparnos del ambiente y olvidarnos da gente. Cuando salió lo de ‘La Verdad Incómoda’, de la el Gore, yo dije: tiene razón, pero hay una verdad más incómoda aún, que es cómo vive la gente.
—Hablábamos de que la sociedad actual juega íntimamente con la violencia. ¿Como le explicamos a la gente que es eso da “cultura de paz”?
Diciéndoles que estuvimos durante siglos sufriendo una cultura de guerra, en la que nos decían que “si queremos la paz preparemos la guerra”. Fue una sociedad masculina, no hay que olvidar esto, en la que siempre resolvimos los conflictos por la fuerza. Miren el resultado. Un desastre. Millones de muertos. Ahora llegó el momento en que en los escenarios del poder esté la gente, que haya muchas más mujeres y así podamos pasar de la imposición de la fuerza al diálogo, la conciliación, la comprensión del otro.
—¿La educación sigue siendo la clave?
Si, pero la educación a todos los niveles. A mí esos que confunden educación con escuela me preocupan mucho. Educación es educación para todos y para toda la vida, y primero hay que dársela a quien tiene mayores responsabilidades sociales. ¿Como puede ser que existan parlamentarios que ni siquiera entienden lo que es la ciudadanía? Esos son los primeros que tienen que ser educados para la paz, los gobernantes, que tienen mucha influencia en la vida da gente. Y en esto incluyo también los medios de comunicación.
—Hablando de medios. A veces parece que los “derechos mediáticos” prevalecen sobre los humanos. Por ejemplo, a Cuba se le juzga duramente por los supuestos presos de conciencia, pero muchos países, digamos democráticos, comercian obsesivamente con armas, bombardean poblaciones civiles, etc.
Los medios tienen mucha responsabilidad. Un derecho humano es también el acceso a una información veraz, que además sea comprensible. Los periodistas sólo nos hablan de lo extraordinario, pero a nosotros nos interesa eso que no enfocan las luces de los medios, lo normal, como vive la gente diariamente. Necesitamos conocer el conjunto de la realidad, hacer visibles los invisibles. De todas formas, pienso que esta también es una batalla que estamos ganando.
—Además de los mercados financieros, ¿habría que regular también los medios de comunicación?
No, yo creo que la libertad tiene que ser irrestricta, pero también la de los agraviados. En el momento en que se ejerza el poder ciudadano, podremos regular esta prensa, que a veces efectivamente se pasa. El único lenguaje que entienden es el económica. Cuando los colectivos agraviados amenacen con no “consumir” las informaciones de este o de aquel medio de comunicación u los productos que se anuncian en determinados canales cambiarán las cosas.
—A veces parece que hay demasiadas Declaraciones y pocas acciones. Eso de los Derechos Humanos, o lo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o lo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ¿como se le explica a las personas que viven en la más absoluta miseria?
Esta es la gran pregunta. Y la gran respuesta es que los que tienen que reaccionar no son los que viven en la miseria y en el olvido, estos tienen que ser inmediatamente los beneficiarios. El silencio lo guardamos las instituciones y la gente de los países que deberíamos ser la vanguardia de la lucha contra la pobreza. Decirle a alguien que está agonizando de hambre que tiene derecho a… es casi un insulto. El silencio que guardamos hoy hay que corregirlo enseguida.
—Usted dijo que confía más en la evolución que en la revolución. Pero la evolución es muy lenta, necesita milenios.
Una cosa es la evolución biológica y otra la intelectual. Mire si evoluciona la intelectual que los que hace unos días nos decían que la privatización era la solución de todo ahora gritan: ¡adelante con las nacionalizaciones! Los que nunca quieren cambiar nada porque quieren conservar sus privilegios son los que favorecen las revoluciones. Y las revoluciones implican violencia. Entre evolución y revolución sólo hay una diferencia, una erre, la de responsabilidad. Esta responsabilidad es de los que tienen voz y capacidad de gobierno, la de los que tienen medios para cambiar las situaciones que hacen que los desgarros sociales, en vez de aminorarse, se amplíen.
—En 2010 se celebrará en Galiza el Foro Mundial de Educación. ¿Como valora la iniciativa?
Es una iniciativa espléndida desde el punto de vista educativo, que además lleva Galiza, que tiene una gran significación histórica y geográfica. De ahí saldrán los mensajes de educación para la paz del siglo XXI.
—Los gallegos ya salimos muchas veces.
Pues por eso. Pero ahora no sólo saben como se va, sino también como se vuelve.
—Y por último, ¿como imagina el mundo en el centenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
Mucho mejor sinceramente. Con el impacto de los derechos humanos como forjadores de resistencia, gracias a esta mayor capacidad de participación popular, llegaremos enseguida a aquel “nosotros los pueblos”, que inspiró también la Declaración dos Derechos Humanos. En el centenario tendremos democracias a escala mundial y un desarrollo con grandes beneficios a la humanidad. La cultura de guerra está llegando a su fin.
—¡Ojalá!
Si, ¡ojalá!
Perfil
Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934). Doctor en Farmacia. En 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia da Univ. de Granada y en 1968 Rector de esta institución. Al año siguiente catedrático de su especialidad en la Univ. Autónoma de Madrid. En estos años puso en marcha el Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad. Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Fue asesor del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado europeo (1987). Director General de la Unesco entre 1987 y 1999. A su regreso a España, crea la Fundación Cultura de Paz, de la que es Presidente. En 2005 fue designado copresidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, por el Secretario General de la ONU. También creó el Foro Mundial de la Sociedad Civil, UBUNTU, que desde 2001 concentra buena parte de su dedicación a la Reforma de las Instituciones Internacionales.
Fundación Cultura de Paz
Presidida por Federico Mayor Zaragoza, tiene por objetivo contribuir a la construcción y consolidación de una cultura de paz por medio de la reflexión, la investigación, la educación y la acción sobre el terreno. Su actividad se basa en la movilización de redes de instituciones, organizaciones e individuos que se destaquen por su compromiso con los valores da cultura de paz. Su web es una buena fuente de información. La delegación en Galiza es el Seminario Galego de Educación para a Paz (www.sgep.org).
Más información: www.fund-culturadepaz.org
Versión original en gallego: http://altermundo.org/portal/content/view/1896/1/
Manoel Santos
Altermundo
Como muchas personas dedicadas a las ciencias de la vida, Federico Mayor Zaragoza hace años que desvió su camino hacia el campo social, hacia la gente que sufre. Será porque es justamente la vida en el planeta lo que está en juego.
Cuando Federico Mayor Zaragoza era un estudiante, el profesor Hans Krebs, uno de los más célebres bioquímicos da historia, le dijo: “la justificación de la ciencia y del conocimiento es su aplicación para evitar o reducir el sufrimiento humano”. Desde entonces, en todas sus investigaciones, en todo lo que hizo en bioquímica prenatal e incluso con el ‘plan nacional da prevención da subnormalidad infantil’ que inició en los años 70, estaba en su horizonte esta exigencia ética. Es posible que por tal razón acabara por ser durante doce años director general da Unesco, y o que fuese por eso por lo que creara el Programa Cultura de Paz en la institución, cuyos objetivos persigue ahora desde la Fundación Cultura de Paz. De derechos humanos sabe cómo el que más. Ética pura.
—Estamos a mes y medio de la celebración del 60 aniversario da Declaración Universal de los Derechos Humanos. En su opinión, ¿son sesenta años de éxitos o de fracasos?
Pienso que la influencia de la Declaración en la vida y en las aspiraciones das personas fue extraordinaria. Seguramente fue el acontecimiento más importante del siglo XX, porque los mensajes, las pautas de conducta y los puntos de referencia éticos propios da Declaración Universal son ahora más importantes que nunca.
—¿Por qué ahora?
Porque es el momento de rediseñar completamente o futuro. Lo estamos viendo con el fracaso estrepitoso de un sistema económico que se basaba en las leyes del mercado en lugar de hacerlo en los principios democráticos que la constitución de la Unesco contiene: la justicia, la libertad, la igualdad y la solidaridad; y que también, más adelante, amplía la Declaración Universal. Ahora tendremos que pensar no sólo en el rescate de las instituciones financieras, sino sobre todo en el rescate de la gente, y sobre todo en el de la gente más vulnerable.
—Intuyo que ya escuchamos eso más de una vez.
Ya, pero si algo delata la situación actual es que medios hay. Antes nos decían que no había dinero para el fondo del sida o el de la alimentación, e incluso que como mucho, con los objetivos del milenio, podríamos reducir la hambre a la mitad para 2015. ¡Mire ahora como de un día para otro aparecen 700 mil millones para salvar la crisis financiera! ¡Ojo! ahora se puso de manifiesto que todo es cuestión de voluntad política. Cuando yo escuchaba estos días que se va refundar el Fondo Monetario Internacional, yo decía, pues miren, aprovechen para refundar las Naciones Unidas, aprovechen para poner en orden todo lo que los plutócratas del mundo destruyeron.
—Parece que ahora la clase política admite que eso del capitalismo salvaje, de la ausencia del Estado, no llevaba a ninguna parte. ¿No hay cierta dosis de cinismo?
Claro. Es que no estamos, por mucho que digan, hablando de economía. Estamos hablando de derechos humanos. Ahí está y estuvo siempre el gran error. En 1991 yo ya escribí: se hundió con el muro de Berlín un sistema que, basado en la igualdad, se olvidó de la libertad. Y ahora digo, se hundirá el sistema alternativo que, basado en la libertad, se olvidó de la igualdad. Está claro lo que está pasando, a cuyo objeto a mí me parece que ahora es más importante que nunca reivindicar los derechos humanos, reivindicar el poder ciudadano y decir que ahora somos los ciudadanos los que queremos que nos rescaten y que nos tengan en cuenta, porque en esto consiste la democracia.
—La Declaración no deja de ser eso, una declaración que no es de obligado cumplimiento para nadie. ¿Es lo único que puede hacer la ONU? ¿Los derechos humanos no deberían ser más ley que declaración?
No. Yo encuentro que, en el momento en que son incorporados a las constituciones de los Estados, como sucede en el caso da española y de otros muchos países, ya tienen esta vigencia. Lo importante no son las leyes, sino su cumplimiento. Lo que tenemos que hacer es seguir las pautas éticas con las que nos dotamos a nivel internacional. Y tenemos que saber sobre todo que hay un derecho humano supremo, o derecho a la vida, porque sino el derecho a la educación, a la sanidad de nada valen. Esto tienen que aprenderlo sobre todo los que piden derechos asesinando personas. ¿Como pueden reivindicar derechos los que están segando vidas? El derecho humano se tiene, se reconozca o no, pero tenemos que saber que hay derechos inherentes, como el derecho a la salud, a la alimentación o al agua, los derechos de las 60.000 personas que mueren de hambre cada día.
—¿Los pilares de este neoliberalismo feroz que se está comiendo al mundo desde hace décadas, están cediendo?
Neoliberalismo feroz. Y sordo también. Claro que ceden. Llevamos diciendo esto desde hace mucho tiempo y aún hace unos meses exautoridades españolas y personas muy vinculadas al neoliberalismo decían que hay que seguir liberalizando y privatizando. No, el Estado tiene que ser el responsable. Puesto a transferir medios, el Estado transfirió también responsabilidades, y esto de ninguna forma es aceptable.
—Estaremos en buen momento para reivindicar todo esto, pero parece que en los últimos tiempos sufrimos un retroceso en derechos (laborales, de tránsito de personas, etc.). ¿Es el neoliberalismo, al que se le echa toda la culpa de los males del planeta y de la humanidad, un enemigo de los Derechos Humanos?
No nos engañemos. Los derechos humanos están muy por encima de cualquier fórmula de índole económica. Justo en el momento en que se sustituyeron los derechos humanos por las pautas comerciales se hundió todo. Nos quitaron muchos derechos en los últimos años, es cierto. Cuando yo era rector en Granada, en 1968, la lucha que tenían, que teníamos, era la lucha por la libertad y por la justicia. Después llegaron estos señores y dijeron que la economía estaba a parte de todo esto, que había unas leyes del mercado. Incluso recuerdo con estupor como en 1996 el presidente Clinton ¡llegó a hablar de “market society” y de “market democracy”! Además, no sólo es dinero lo que concentraron, es que concentraron poder.
—También poder mediático y demasiado poder militar. ¿No es así?
Efectivamente. Tú mira hoy en que manos están la mayor parte de medios de comunicación. En muy pocas y que además, desde el neoliberalismo, fomentaron una economía de guerra. Actualmente gastamos 3.000 millones de dólares al día en armas, ¡cuando mueren millares de personas! Es que además no paran. Desde la OTAN y desde todos los gobiernos. El presidente Arias (Costa Rica) nos dijo hace poco que en 2007 tuvieron que adquirir 40 mil millones de dólares en armas en América Latina. Israel acaba de adquirir armas por 20 mil millones. Todo esto tiene que acabar ya.
—El sistema hace también un uso tendencioso del término paz. Eso de llamarles “fuerzas de paz” a los ejércitos no parece muy lógico.
Ojalá fuesen fuerzas de paz y las pusiesen a disposición de Naciones Unidas. Antes les llamaban ministerios da guerra, ahora ministerios de defensa. ¿Defensa contra quien? Deberíamos comenzar a hablar de ministerios da paz, y paz significa sobre todo justicia, desarrollo y participación ciudadana.
—Participación ciudadana. ¿Llevamos demasiado tiempo callados?
Sin duda. Llevamos mucho tiempo siendo súbditos, y hay que sustituir los súbditos por ciudadanos. Los que nos gobernaron partieron de supuestos tan aberrantes como que nosotros les tenemos que ofrecer nuestra vida, si llega o caso. ¿Pero eso que es? ¡Incluso utilizan nuestra vida cuando quieren! Fuimos unos ciudadanos muy dóciles, seguimos siempre unas pautas impuestas desde el poder y ahora tenemos que pasar de una vez a ser ciudadanos plenos.
—¿Y como puede un ciudadano de lo común exigir esto?
La unión hace la fuerza. Hasta hace poco era muy difícil unirse porque no teníamos más que la presencia y la palabra. La palabra brilló por su ausencia, cometimos todos un delito de silencio, y no sólo la gente, sino también las instituciones, las universidades, la comunidad científica, la artística, la intelectual.. ¿Por que callan? Hasta ahora la participación era difícil, se tenía que hacer en manifestaciones, en demostraciones de disidencia, con los peligros –y manipulaciones– que esto supone. Ahora hay algo fundamental para el cambio, es la participación no presencial. A través dos SMS, de internet, del web 2.0, dos blogs, etc. Todo esto va a producir un cambio radical.
—Son como instrumentos creados por el mercado que ahora se pueden volver en su contra.
En cierto modo. Pero yo no tengo nada contra el mercado cuando este es útil. Yo estoy contra o mercado que sustituye os valores en política. Entiendo, más o menos, que una empresa quiera ganar dinero en el menor tiempo posible, pero no comprendo que los gobiernos se hayan regido también por las mismas pautas. Un gobierno tiene que aplicar políticas basadas en los humanos, en los derechos de los humanos, y no en los deseos del mercado. Ahora tenemos una magnífica oportunidad. Toda crisis es también oportunidad.
—Últimamente se habla mucho también dos derechos colectivos, especialmente de los de pueblos indígenas o poblaciones originarias. ¿Los derechos humanos deberían ser más colectivos o más individuales?
El derecho humano es de cada ser humano, único e irrepetible. Cada uno tiene que tener unos derechos que le sean respetados. Ahora, además de eso, y no en lugar de, hay unos derechos, como en el caso dos derechos indígenas, que se deben aplicar la colectividades, porque son estas colectividades las que durante siglos fueron objeto de una falta total de respeto. ¡Hasta no se les consideraba seres humanos! La historia de la humanidad tiene lo suyo. A mí me parece muy bien que se reconozcan los derechos de estas comunidades que fueron agraviadas cómo tales.
—La constitución de Ecuador, aprobada recientemente, pretende hacer de la naturaleza un sujeto de pleno derecho. Es decir, extender los derechos de las personas a la naturaleza, al planeta. ¿Es esta una materia pendiente de la humanidad?
Esta es una visión muy hermosa, hermosísima, procedente justamente de muchas culturas indígenas latinoamericanas que tienen una íntima relación física y espiritual con la madre naturaleza, con la Pachamama. Ahora, esto no tiene que restar el derecho humano, porque este comporta también un ambiente saludable y sano. Cuando yo hablaba del derecho supremo a la vida incluyo la naturaleza, sin ella no hay vida. Sin embargo no podemos preocuparnos del ambiente y olvidarnos da gente. Cuando salió lo de ‘La Verdad Incómoda’, de la el Gore, yo dije: tiene razón, pero hay una verdad más incómoda aún, que es cómo vive la gente.
—Hablábamos de que la sociedad actual juega íntimamente con la violencia. ¿Como le explicamos a la gente que es eso da “cultura de paz”?
Diciéndoles que estuvimos durante siglos sufriendo una cultura de guerra, en la que nos decían que “si queremos la paz preparemos la guerra”. Fue una sociedad masculina, no hay que olvidar esto, en la que siempre resolvimos los conflictos por la fuerza. Miren el resultado. Un desastre. Millones de muertos. Ahora llegó el momento en que en los escenarios del poder esté la gente, que haya muchas más mujeres y así podamos pasar de la imposición de la fuerza al diálogo, la conciliación, la comprensión del otro.
—¿La educación sigue siendo la clave?
Si, pero la educación a todos los niveles. A mí esos que confunden educación con escuela me preocupan mucho. Educación es educación para todos y para toda la vida, y primero hay que dársela a quien tiene mayores responsabilidades sociales. ¿Como puede ser que existan parlamentarios que ni siquiera entienden lo que es la ciudadanía? Esos son los primeros que tienen que ser educados para la paz, los gobernantes, que tienen mucha influencia en la vida da gente. Y en esto incluyo también los medios de comunicación.
—Hablando de medios. A veces parece que los “derechos mediáticos” prevalecen sobre los humanos. Por ejemplo, a Cuba se le juzga duramente por los supuestos presos de conciencia, pero muchos países, digamos democráticos, comercian obsesivamente con armas, bombardean poblaciones civiles, etc.
Los medios tienen mucha responsabilidad. Un derecho humano es también el acceso a una información veraz, que además sea comprensible. Los periodistas sólo nos hablan de lo extraordinario, pero a nosotros nos interesa eso que no enfocan las luces de los medios, lo normal, como vive la gente diariamente. Necesitamos conocer el conjunto de la realidad, hacer visibles los invisibles. De todas formas, pienso que esta también es una batalla que estamos ganando.
—Además de los mercados financieros, ¿habría que regular también los medios de comunicación?
No, yo creo que la libertad tiene que ser irrestricta, pero también la de los agraviados. En el momento en que se ejerza el poder ciudadano, podremos regular esta prensa, que a veces efectivamente se pasa. El único lenguaje que entienden es el económica. Cuando los colectivos agraviados amenacen con no “consumir” las informaciones de este o de aquel medio de comunicación u los productos que se anuncian en determinados canales cambiarán las cosas.
—A veces parece que hay demasiadas Declaraciones y pocas acciones. Eso de los Derechos Humanos, o lo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o lo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ¿como se le explica a las personas que viven en la más absoluta miseria?
Esta es la gran pregunta. Y la gran respuesta es que los que tienen que reaccionar no son los que viven en la miseria y en el olvido, estos tienen que ser inmediatamente los beneficiarios. El silencio lo guardamos las instituciones y la gente de los países que deberíamos ser la vanguardia de la lucha contra la pobreza. Decirle a alguien que está agonizando de hambre que tiene derecho a… es casi un insulto. El silencio que guardamos hoy hay que corregirlo enseguida.
—Usted dijo que confía más en la evolución que en la revolución. Pero la evolución es muy lenta, necesita milenios.
Una cosa es la evolución biológica y otra la intelectual. Mire si evoluciona la intelectual que los que hace unos días nos decían que la privatización era la solución de todo ahora gritan: ¡adelante con las nacionalizaciones! Los que nunca quieren cambiar nada porque quieren conservar sus privilegios son los que favorecen las revoluciones. Y las revoluciones implican violencia. Entre evolución y revolución sólo hay una diferencia, una erre, la de responsabilidad. Esta responsabilidad es de los que tienen voz y capacidad de gobierno, la de los que tienen medios para cambiar las situaciones que hacen que los desgarros sociales, en vez de aminorarse, se amplíen.
—En 2010 se celebrará en Galiza el Foro Mundial de Educación. ¿Como valora la iniciativa?
Es una iniciativa espléndida desde el punto de vista educativo, que además lleva Galiza, que tiene una gran significación histórica y geográfica. De ahí saldrán los mensajes de educación para la paz del siglo XXI.
—Los gallegos ya salimos muchas veces.
Pues por eso. Pero ahora no sólo saben como se va, sino también como se vuelve.
—Y por último, ¿como imagina el mundo en el centenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
Mucho mejor sinceramente. Con el impacto de los derechos humanos como forjadores de resistencia, gracias a esta mayor capacidad de participación popular, llegaremos enseguida a aquel “nosotros los pueblos”, que inspiró también la Declaración dos Derechos Humanos. En el centenario tendremos democracias a escala mundial y un desarrollo con grandes beneficios a la humanidad. La cultura de guerra está llegando a su fin.
—¡Ojalá!
Si, ¡ojalá!
Perfil
Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934). Doctor en Farmacia. En 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia da Univ. de Granada y en 1968 Rector de esta institución. Al año siguiente catedrático de su especialidad en la Univ. Autónoma de Madrid. En estos años puso en marcha el Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad. Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Fue asesor del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado europeo (1987). Director General de la Unesco entre 1987 y 1999. A su regreso a España, crea la Fundación Cultura de Paz, de la que es Presidente. En 2005 fue designado copresidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, por el Secretario General de la ONU. También creó el Foro Mundial de la Sociedad Civil, UBUNTU, que desde 2001 concentra buena parte de su dedicación a la Reforma de las Instituciones Internacionales.
Fundación Cultura de Paz
Presidida por Federico Mayor Zaragoza, tiene por objetivo contribuir a la construcción y consolidación de una cultura de paz por medio de la reflexión, la investigación, la educación y la acción sobre el terreno. Su actividad se basa en la movilización de redes de instituciones, organizaciones e individuos que se destaquen por su compromiso con los valores da cultura de paz. Su web es una buena fuente de información. La delegación en Galiza es el Seminario Galego de Educación para a Paz (www.sgep.org).
Más información: www.fund-culturadepaz.org
Versión original en gallego: http://altermundo.org/portal/content/view/1896/1/
Real Change Starts on the Streets
An Anarchist View of Elections
By CARLOS FIERRO
http://www.counterpunch.com/fierro11042008.html
Presidential elections, and I say this in the nicest way possible, seem to bring out prolonged periods of insanity. Presidential elections are, to a large extent, exercises in insanity. We are asked to suspend all of our critical judgments. We are asked to forget the past and accept an alternate reality where, if an assertion is made strongly enough, then it becomes reality.
I’m told that this is the most important presidential election that the nation has ever seen. I’m told that the economic downturn has only made this election that much more important. Not only that, but I’m told this with a passion that is seldom seen. It is the same feeling you get when you’re talking to a true believer. The “we have to elect Obama” sentiment is expressed as an article of faith. It need not be justified; it simply needs to be expressed. And expressed it is, with assured righteousness & zeal. The dogma of the true believers is accompanied by incredulous disbelief in the simplemindedness of those McCain supporters. There is a certain amount of arrogance … superiority that is present in some of those “enlightened” enough to support Obama. There is a gross sense of superiority in the proclamations that “we” live in a blue state.
To question this dogma is worse than blasphemy: it is an affront to the “liberal mentality.” And the liberal mentality is as much an article of faith as any that exists. All protestations that this preternatural faith in the ultimate goodness of Democrats is completely unfounded – not only unfounded, but utterly false – go unheard. Reminders that Bill Clinton brought us an “end to welfare as we know it,” more stringent terrorism and death penalty legislation (without which the Patriot Act never would have happened), NAFTA, and eight years of war in Iraq, sanctions, and bombing the world over are dismissed. History hasn’t shown us that Democrats are better leaders, but faith demands that we believe it.
Whenever talk with a good liberal turns to politics, it inevitably goes down this path. And inevitably I leave tired.
This electoral amnesia seems to know no bounds; it seems to affect everyone to some degree. I was listening to KFCF a few days back and Cornel West was the guest on the KPFA Morning Show. I am a great admirer of Dr West. I don’t pretend to be his equal in intellect or activism, but I could not help but feel saddened by the points he made.
Dr West makes the point that Obama, as a Lincoln-like figure, “would be a thermostat rather than just a thermometer.” Rather than simply reflecting consensus, Obama would reshape consensus. Dr West suggests that like Lincoln, Obama “has to be given a chance, but first things first, he’s got to win…then he has to be allowed to stretch out and become the grand statesmen.” Dr West points out that Lincoln didn’t go into the presidency looking to end slavery, but that he became the statesmen. Then Dr West made the statement that “there is no Abe Lincoln becoming a statesmen without Fredrick Douglas and Harriet Beecher Stowe.”
And with that statement, all the problems of electoral politics rush to the forefront. We don’t need another Lincoln, or an Obama; what we need is more Fredrick Douglasses and Harriet Beecher Stowes. We need more Martin Luther Kings, Big Bill Haywoods, and Helen Kellers. We don’t need more FDRs, we need more Eugene Debs. We don’t need more JFKs, we need more Philip Berrigans. We don’t need to look to great men to lead us to the promised land, we need to recognize the power that we, the nameless and “the powerless,” possess when we assert our power rather than make assertions of faith directed at the great leader myths.
There are two reasons why these myths are particularly dangerous. First, they are simply false. The legislature, the executive, and the judiciary have not pushed this nation forward. They have gone along with popular movements kicking and screaming. It was not any of the three branches of government that led to the advances in voting rights, labor rights, or the end of slavery, it was mass popular movements. It was not Cleveland, Harrison, McKinley, Teddy Roosevelt, Taft, Wilson, or even FDR that had anything to do with advances in labor rights or suffrage. It wasn't Brandeis, Berger, Brennan, Holmes or Marshall that led to the advancement of this nation as a more equitable state. It wasn't JFK, Robert Kennedy or Johnson in the White House, or Mansfield and Dirksen in the Senate that lead to the Civil Rights Act of 1964. It was people on the street marching and fighting for a more equitable nation. It was many of those same people that brought about the end to the Vietnam War, not the mainstream media or any of those mentioned above. It is this very misperception, the creation of dubious hero leaders that leads to the second danger: disempowerment. We are left to petition our overseers and vote for leaders and wish a wish based on the most unfounded faith that they will make things better.
It is not simply wishes based on unfounded faith, but that these elections and religious faith in candidates draw so much energy. So much so that after the election, there is a vacuum left in its wake. The time, energy, & money expended on these elections necessitate that all those working fervently for the election of their candidate, understandably, need to rest, but just enough rest to prepare for the next go-round. No other campaign/movement garners as much prolonged energy, money, & time as presidential elections. And all of that energy, money, & time unnecessarily zaps energy from movements and issues that desperately need our attention. The anti-war movement has seen a precipitous drop in proportion to the rise in the time and energy spent on the Obama campaign. How does one explain all the effort on the part of the anti-war movement to further the Obama campaign if not through political/historical amnesia? True, Obama talks about a nebulous pullout of Iraq, but that is partially in order to ratchet up our war effort in Afghanistan. Trading one war for another does not a peace candidate make.
And in a time of unprecedented environmental destruction, it is utter insanity that our two major presidential candidates profess that they have the plan to not only get the economy back on track, but to get the economy growing again. It is not fun to say, but it needs saying. The economy does not need to grow, rather it needs to begin to shrink, and shrink drastically. And if it is going to shrink drastically, as nature necessitates, then we must consider ways to make society equitable, not wealthier. In this light, giving banks a $1trillion bailout so that they can begin loaning money to kick start the growth of the economy is not only wrong headed, but suicidal.
My hope is that, after the election, regardless the outcome, we tap into the revolutionary spirit of Fredrick Douglass, Harriet Beecher Stowe, Big Bill Haywood, Helen Keller, Eugene Debs, Phillip Berrigan, Martin Luther King, and those nameless others. That we remember that power is centered not in the halls of government, but in the hands of the people working collectively. That change for the better does not start with the leadership of Barack Obama or John McCain, but on the streets.
Carlos Fierro lives in Fresno, CA, where he teaches Journalism & Mass Communication at a local college, and is currently engaged in a spat with the City of Fresno over his killing his lawn. He is the founding editor of The Undercurrent, an independent monthly newspaper. He can be reached at editor@FresnoUndercurrent.net.
By CARLOS FIERRO
http://www.counterpunch.com/fierro11042008.html
Presidential elections, and I say this in the nicest way possible, seem to bring out prolonged periods of insanity. Presidential elections are, to a large extent, exercises in insanity. We are asked to suspend all of our critical judgments. We are asked to forget the past and accept an alternate reality where, if an assertion is made strongly enough, then it becomes reality.
I’m told that this is the most important presidential election that the nation has ever seen. I’m told that the economic downturn has only made this election that much more important. Not only that, but I’m told this with a passion that is seldom seen. It is the same feeling you get when you’re talking to a true believer. The “we have to elect Obama” sentiment is expressed as an article of faith. It need not be justified; it simply needs to be expressed. And expressed it is, with assured righteousness & zeal. The dogma of the true believers is accompanied by incredulous disbelief in the simplemindedness of those McCain supporters. There is a certain amount of arrogance … superiority that is present in some of those “enlightened” enough to support Obama. There is a gross sense of superiority in the proclamations that “we” live in a blue state.
To question this dogma is worse than blasphemy: it is an affront to the “liberal mentality.” And the liberal mentality is as much an article of faith as any that exists. All protestations that this preternatural faith in the ultimate goodness of Democrats is completely unfounded – not only unfounded, but utterly false – go unheard. Reminders that Bill Clinton brought us an “end to welfare as we know it,” more stringent terrorism and death penalty legislation (without which the Patriot Act never would have happened), NAFTA, and eight years of war in Iraq, sanctions, and bombing the world over are dismissed. History hasn’t shown us that Democrats are better leaders, but faith demands that we believe it.
Whenever talk with a good liberal turns to politics, it inevitably goes down this path. And inevitably I leave tired.
This electoral amnesia seems to know no bounds; it seems to affect everyone to some degree. I was listening to KFCF a few days back and Cornel West was the guest on the KPFA Morning Show. I am a great admirer of Dr West. I don’t pretend to be his equal in intellect or activism, but I could not help but feel saddened by the points he made.
Dr West makes the point that Obama, as a Lincoln-like figure, “would be a thermostat rather than just a thermometer.” Rather than simply reflecting consensus, Obama would reshape consensus. Dr West suggests that like Lincoln, Obama “has to be given a chance, but first things first, he’s got to win…then he has to be allowed to stretch out and become the grand statesmen.” Dr West points out that Lincoln didn’t go into the presidency looking to end slavery, but that he became the statesmen. Then Dr West made the statement that “there is no Abe Lincoln becoming a statesmen without Fredrick Douglas and Harriet Beecher Stowe.”
And with that statement, all the problems of electoral politics rush to the forefront. We don’t need another Lincoln, or an Obama; what we need is more Fredrick Douglasses and Harriet Beecher Stowes. We need more Martin Luther Kings, Big Bill Haywoods, and Helen Kellers. We don’t need more FDRs, we need more Eugene Debs. We don’t need more JFKs, we need more Philip Berrigans. We don’t need to look to great men to lead us to the promised land, we need to recognize the power that we, the nameless and “the powerless,” possess when we assert our power rather than make assertions of faith directed at the great leader myths.
There are two reasons why these myths are particularly dangerous. First, they are simply false. The legislature, the executive, and the judiciary have not pushed this nation forward. They have gone along with popular movements kicking and screaming. It was not any of the three branches of government that led to the advances in voting rights, labor rights, or the end of slavery, it was mass popular movements. It was not Cleveland, Harrison, McKinley, Teddy Roosevelt, Taft, Wilson, or even FDR that had anything to do with advances in labor rights or suffrage. It wasn't Brandeis, Berger, Brennan, Holmes or Marshall that led to the advancement of this nation as a more equitable state. It wasn't JFK, Robert Kennedy or Johnson in the White House, or Mansfield and Dirksen in the Senate that lead to the Civil Rights Act of 1964. It was people on the street marching and fighting for a more equitable nation. It was many of those same people that brought about the end to the Vietnam War, not the mainstream media or any of those mentioned above. It is this very misperception, the creation of dubious hero leaders that leads to the second danger: disempowerment. We are left to petition our overseers and vote for leaders and wish a wish based on the most unfounded faith that they will make things better.
It is not simply wishes based on unfounded faith, but that these elections and religious faith in candidates draw so much energy. So much so that after the election, there is a vacuum left in its wake. The time, energy, & money expended on these elections necessitate that all those working fervently for the election of their candidate, understandably, need to rest, but just enough rest to prepare for the next go-round. No other campaign/movement garners as much prolonged energy, money, & time as presidential elections. And all of that energy, money, & time unnecessarily zaps energy from movements and issues that desperately need our attention. The anti-war movement has seen a precipitous drop in proportion to the rise in the time and energy spent on the Obama campaign. How does one explain all the effort on the part of the anti-war movement to further the Obama campaign if not through political/historical amnesia? True, Obama talks about a nebulous pullout of Iraq, but that is partially in order to ratchet up our war effort in Afghanistan. Trading one war for another does not a peace candidate make.
And in a time of unprecedented environmental destruction, it is utter insanity that our two major presidential candidates profess that they have the plan to not only get the economy back on track, but to get the economy growing again. It is not fun to say, but it needs saying. The economy does not need to grow, rather it needs to begin to shrink, and shrink drastically. And if it is going to shrink drastically, as nature necessitates, then we must consider ways to make society equitable, not wealthier. In this light, giving banks a $1trillion bailout so that they can begin loaning money to kick start the growth of the economy is not only wrong headed, but suicidal.
My hope is that, after the election, regardless the outcome, we tap into the revolutionary spirit of Fredrick Douglass, Harriet Beecher Stowe, Big Bill Haywood, Helen Keller, Eugene Debs, Phillip Berrigan, Martin Luther King, and those nameless others. That we remember that power is centered not in the halls of government, but in the hands of the people working collectively. That change for the better does not start with the leadership of Barack Obama or John McCain, but on the streets.
Carlos Fierro lives in Fresno, CA, where he teaches Journalism & Mass Communication at a local college, and is currently engaged in a spat with the City of Fresno over his killing his lawn. He is the founding editor of The Undercurrent, an independent monthly newspaper. He can be reached at editor@FresnoUndercurrent.net.
Marcha Mundial de las Mujeres: Llamado a la Acción
Alai-amlatina
Cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo. Cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres.
Nosotras, la Marcha Mundial de las Mujeres, luchamos juntas en contra de las causas de la pobreza y de la violencia sexista. Diez años después de nuestro primer Encuentro Internacional, nos reunimos en Panxón, Galicia, entre los días 14 y 21 de octubre de 2008. Aquí estuvimos 136 mujeres de 48 países de todos los continentes, para construir propuestas en torno a nuestros campos de acción: Paz y desmilitarización; Bien común; Violencia hacia las mujeres; Trabajo de las mujeres.
Durante estos siete días también nos juntamos a muchas hermanas gallegas y hombres que nos apoyan en un foro público de debates y una feria para defender la Soberanía Alimentaria y la auto-determinación de las mujeres. Además, más de 5.000 personas se manifestaran alegremente en las calles de Vigo domingo, 19, por la mañana. Al sonido de las batucadas, en todos los idiomas creamos ritmos por los derechos de las mujeres, contra el machismo y por la paz.
Nuestras luchas se dan en un contexto de ofensiva de los sectores conservadores, de integrismos religiosos de todos los tipos, incluso el comunalismo, de criminalización de la protesta, negación del derecho de los pueblos sobre sus territorios, creciente militarización y violencia, implementado por los gobiernos que utilizan como excusa “la guerra contra el terror”.
El patriarcado, el capitalismo, el racismo son tres sistemas que se articulan para controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas. Tanto en el sur como en el norte sus instituciones – gobiernos, grandes empresas, religiones – quieren impedir que alcancemos nuestros derechos e intentan quitarnos los derechos conquistados.
Después de la crisis alimentaria, energética, medioambiental y ética, la crisis financiera evidencia el carácter especulador, expoliador y neocolonialista de estos sistemas. Una vez más el Estado es llamado a subordinarse a los intereses del capital financiero y de las multinacionales, abandonando los pueblos y socorriendo el mercado.
Juntas actuamos de forma permanente en la resistencia y en la construcción de alternativas basadas en la paz, justicia, igualdad, libertad y solidaridad. En 2010 haremos escuchar aun más fuerte nuestras voces entre el 8 de marzo y el 17 de octubre:
* Marchas de muchas formas, colores y ritmos abren nuestro calendario de movilización y celebran los 100 años de la declaración del Día Internacional de las Mujeres
* Marchas y otras acciones simultáneas al rededor del mundo en torno al 17 de octubre se sumarán a nuestra presencia en Sud Kivu, República Democrática del Congo
Entre el 8 de marzo y el 17 de octubre realizaremos muchas acciones como por ejemplo, afirmando los derechos de las trabajadoras domesticas, de las campesinas o rechazando la promoción de la industria de la prostitución en la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica.
Nuestra actuación sobre varios temas es nuestra referencia para evidenciar las causas y los intereses que impulsan la militarización. Nosotras denunciamos la explotación de nuestras riquezas por las multinacionales que empobrecen a las poblaciones más vulnerables. Interpelamos la responsabilidad de los Estados en el desarrollo de la industria armamentista, que conduce a la violencia hacia las mujeres.
No aceptamos que las riquezas naturales de un pueblo sean motivaciones para los conflictos bélicos. No aceptamos ni intervenciones ni amenazas de las potencias imperialistas en la soberanía de otros pueblos. ¡No aceptamos que el cuerpo de las mujeres sea un botín de guerra!
¡Nosotras estaremos en marcha hasta que todas seamos libres!
Panxón, Galicia, 20 de octubre de 2008
Vea también:
Declaración de la MMM sobre la crisis financiera: "Otro Mundo es Necesario y Posible"
http://www.movimientos.org/show_text.php3?key=13375
Cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo. Cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres.
Nosotras, la Marcha Mundial de las Mujeres, luchamos juntas en contra de las causas de la pobreza y de la violencia sexista. Diez años después de nuestro primer Encuentro Internacional, nos reunimos en Panxón, Galicia, entre los días 14 y 21 de octubre de 2008. Aquí estuvimos 136 mujeres de 48 países de todos los continentes, para construir propuestas en torno a nuestros campos de acción: Paz y desmilitarización; Bien común; Violencia hacia las mujeres; Trabajo de las mujeres.
Durante estos siete días también nos juntamos a muchas hermanas gallegas y hombres que nos apoyan en un foro público de debates y una feria para defender la Soberanía Alimentaria y la auto-determinación de las mujeres. Además, más de 5.000 personas se manifestaran alegremente en las calles de Vigo domingo, 19, por la mañana. Al sonido de las batucadas, en todos los idiomas creamos ritmos por los derechos de las mujeres, contra el machismo y por la paz.
Nuestras luchas se dan en un contexto de ofensiva de los sectores conservadores, de integrismos religiosos de todos los tipos, incluso el comunalismo, de criminalización de la protesta, negación del derecho de los pueblos sobre sus territorios, creciente militarización y violencia, implementado por los gobiernos que utilizan como excusa “la guerra contra el terror”.
El patriarcado, el capitalismo, el racismo son tres sistemas que se articulan para controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas. Tanto en el sur como en el norte sus instituciones – gobiernos, grandes empresas, religiones – quieren impedir que alcancemos nuestros derechos e intentan quitarnos los derechos conquistados.
Después de la crisis alimentaria, energética, medioambiental y ética, la crisis financiera evidencia el carácter especulador, expoliador y neocolonialista de estos sistemas. Una vez más el Estado es llamado a subordinarse a los intereses del capital financiero y de las multinacionales, abandonando los pueblos y socorriendo el mercado.
Juntas actuamos de forma permanente en la resistencia y en la construcción de alternativas basadas en la paz, justicia, igualdad, libertad y solidaridad. En 2010 haremos escuchar aun más fuerte nuestras voces entre el 8 de marzo y el 17 de octubre:
* Marchas de muchas formas, colores y ritmos abren nuestro calendario de movilización y celebran los 100 años de la declaración del Día Internacional de las Mujeres
* Marchas y otras acciones simultáneas al rededor del mundo en torno al 17 de octubre se sumarán a nuestra presencia en Sud Kivu, República Democrática del Congo
Entre el 8 de marzo y el 17 de octubre realizaremos muchas acciones como por ejemplo, afirmando los derechos de las trabajadoras domesticas, de las campesinas o rechazando la promoción de la industria de la prostitución en la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica.
Nuestra actuación sobre varios temas es nuestra referencia para evidenciar las causas y los intereses que impulsan la militarización. Nosotras denunciamos la explotación de nuestras riquezas por las multinacionales que empobrecen a las poblaciones más vulnerables. Interpelamos la responsabilidad de los Estados en el desarrollo de la industria armamentista, que conduce a la violencia hacia las mujeres.
No aceptamos que las riquezas naturales de un pueblo sean motivaciones para los conflictos bélicos. No aceptamos ni intervenciones ni amenazas de las potencias imperialistas en la soberanía de otros pueblos. ¡No aceptamos que el cuerpo de las mujeres sea un botín de guerra!
¡Nosotras estaremos en marcha hasta que todas seamos libres!
Panxón, Galicia, 20 de octubre de 2008
Vea también:
Declaración de la MMM sobre la crisis financiera: "Otro Mundo es Necesario y Posible"
http://www.movimientos.org/show_text.php3?key=13375
Cleaning Out the Pentagon Pig Sty
The Money Party Must End
By WINSLOW T. WHEELER
http://www.counterpunch.com/wheeler11042008.html
With the profound prob lems the new U.S. presi dent will face next year in the economy, health care, energy, Social Security, gridlock in Wash ington, and the wars in Iraq and Afghanistan, some might be tempted to take solace that our defenses, while costly, are sound.
Sorry, Mr. President- elect-to- be; that’s not the case. You have a real mess on your hands in the Pentagon. You have addressed the other crises in your election campaign, but you have completely ignored the meltdown in the Pentagon.
Perhaps you need a short review. America’s defense budget is now larger in inflation-adjusted dollars than at any point since the end of World War II. However, our Army has fewer combat divisions than at any point in that period, our Navy has fewer combat ships and the Air Force has fewer combat aircraft.
It gets worse. According to data collected by the Congressional Budget Office (CBO) and many others, major categories of military hardware are, on average, aging and in dire need of service. The prediction is for this problem to get worse.
Other data from the Pentagon show that significant elements of our armed forces are less ready for combat than they should be.
Air Force and Navy combat pilots get one-half to one-third of the in-air training time they had, for example, in the early 1970s. Army units are sent into Iraq and Afghanistan without the months of training and retraining they need with all the equipment and people they will take with them into combat.
The U.S. emphasis on technology does not rescue us. As was the case in Vietnam, the immeasurable technological advantage we hold over our enemies in Iraq and Afghanistan means little to winning this form of conflict.
For waging conventional war, we are burdened by technological failures at extraordinary cost. The Air Force’s newest fighter, the F 35, can be regarded as only a tech nical failure, and it will cost multi ples of the aircraft it replaces, the aging, overweight F-16. The Navy’s newest — ultra-expensive — de stroyer cannot protect itself effec tively against aircraft and missiles, and the Army’s newest armored vehicles, which cost several mil lion each, can be and have been destroyed by a simple anti-armor rocket that was first designed in the 1940s.
Despite decades of acquisition reform from Washington’s best minds in Congress, the Pentagon and the think tanks, the Government Accountability Office (GAO) tells us that cost overruns in weapon systems are higher today than any time since they have been measured. Not a single current major weapon has been delivered on time, on cost and as promised for performance.
The Pentagon refuses to tell Congress and the public exactly how it spends the hundreds of billions of dollars appropriated to it each year. The reason is simple: It doesn’t know. In a strict financial accountability sense, it doesn’t even know if the money is spent.
Decades of reports from the Department of Defense Inspector General and GAO make this problem painfully clear.
Some argue the answer is even more money for a defense budget that already is at historic heights and that approximates what the entire rest of the world spends for military forces. We must stop throwing dollars at the Pentagon.
The evidence, while counterintu itive, is irrefutable that more mon ey makes our problems worse. As the Army, Navy and Air Force budgets have climbed, their forces have grown smaller, older and less ready.
Others argue for acquisition reform but their proposals are rid dled with loopholes, and they con sistently refuse to cede control of decisions to any but those who have a track record of failure piled upon failure.
What, then, is to be done? The road to real reform starts with three simple principles:
? No failed system can be fixed if it cannot be accurately measured. A crash program to make Pentagon spending accountable is essential. But that is also insufficient. DoD also must have an ability to predict much more accurately the cost, performance and schedule of its future programs and policies. The current bias, based on advocacy, is the heart and core of business as usual.
? The basis for competence cannot just be intelligence and hard work; it must also be objectivity and independence. The latter are impossible without ending a fundamentally corrupt incentive system. The iron-clad control of the Pentagon decision-making process by people (in and out of uniform) who are free to then collect salaries and other emoluments from defense contractors and their support structure in Washington must end — without compromise.
The similar sham of members of Congress and — especially — their staff pretending to perform oversight and then accepting jobs from those they “oversee” (includ ing the Pentagon) must also end.
? The money party in Washington for the defense budget must end. The global economic melt down now confronts the Pentagon budget with a mandate to economize, and to do so in a very major way. The days when big Pentagon spenders can dream up new tricks to grow the DoD budget are over.
Consider the fact that today’s de fense budget is more than three times the combined size of every single nation currently or poten tially hostile to us (including China and Russia).
National security “leaders” who cannot find safety at a significantly different standard will bankrupt us and must be discarded.
While simple, these principles will be extremely difficult to im plement. The paragons of cost, bias and deceit will reveal them selves by their obstreperous ran cor at the idea of accepting these principles and the tough-minded actions they imply.
Such uncomplicated principles offer the promise of real reform to a system desperately in need of it.
What is lacking is a president, or a candidate for that office, with the strength of character to acknowl edge the depth of our problems, to embrace principles such as those stated here, and to withstand the typhoon of acrimony that will en sue from those who seek to keep us fat and fadimg.
Winslow T. Wheeler spent 31 years working on Capitol Hill with senators from both political parties and the Government Accountability Office, specializing in national security affairs. Currently, he directs the Straus Military Reform Project of the Center for Defense Information in Washington and is author of The Wastrels of Defense.
By WINSLOW T. WHEELER
http://www.counterpunch.com/wheeler11042008.html
With the profound prob lems the new U.S. presi dent will face next year in the economy, health care, energy, Social Security, gridlock in Wash ington, and the wars in Iraq and Afghanistan, some might be tempted to take solace that our defenses, while costly, are sound.
Sorry, Mr. President- elect-to- be; that’s not the case. You have a real mess on your hands in the Pentagon. You have addressed the other crises in your election campaign, but you have completely ignored the meltdown in the Pentagon.
Perhaps you need a short review. America’s defense budget is now larger in inflation-adjusted dollars than at any point since the end of World War II. However, our Army has fewer combat divisions than at any point in that period, our Navy has fewer combat ships and the Air Force has fewer combat aircraft.
It gets worse. According to data collected by the Congressional Budget Office (CBO) and many others, major categories of military hardware are, on average, aging and in dire need of service. The prediction is for this problem to get worse.
Other data from the Pentagon show that significant elements of our armed forces are less ready for combat than they should be.
Air Force and Navy combat pilots get one-half to one-third of the in-air training time they had, for example, in the early 1970s. Army units are sent into Iraq and Afghanistan without the months of training and retraining they need with all the equipment and people they will take with them into combat.
The U.S. emphasis on technology does not rescue us. As was the case in Vietnam, the immeasurable technological advantage we hold over our enemies in Iraq and Afghanistan means little to winning this form of conflict.
For waging conventional war, we are burdened by technological failures at extraordinary cost. The Air Force’s newest fighter, the F 35, can be regarded as only a tech nical failure, and it will cost multi ples of the aircraft it replaces, the aging, overweight F-16. The Navy’s newest — ultra-expensive — de stroyer cannot protect itself effec tively against aircraft and missiles, and the Army’s newest armored vehicles, which cost several mil lion each, can be and have been destroyed by a simple anti-armor rocket that was first designed in the 1940s.
Despite decades of acquisition reform from Washington’s best minds in Congress, the Pentagon and the think tanks, the Government Accountability Office (GAO) tells us that cost overruns in weapon systems are higher today than any time since they have been measured. Not a single current major weapon has been delivered on time, on cost and as promised for performance.
The Pentagon refuses to tell Congress and the public exactly how it spends the hundreds of billions of dollars appropriated to it each year. The reason is simple: It doesn’t know. In a strict financial accountability sense, it doesn’t even know if the money is spent.
Decades of reports from the Department of Defense Inspector General and GAO make this problem painfully clear.
Some argue the answer is even more money for a defense budget that already is at historic heights and that approximates what the entire rest of the world spends for military forces. We must stop throwing dollars at the Pentagon.
The evidence, while counterintu itive, is irrefutable that more mon ey makes our problems worse. As the Army, Navy and Air Force budgets have climbed, their forces have grown smaller, older and less ready.
Others argue for acquisition reform but their proposals are rid dled with loopholes, and they con sistently refuse to cede control of decisions to any but those who have a track record of failure piled upon failure.
What, then, is to be done? The road to real reform starts with three simple principles:
? No failed system can be fixed if it cannot be accurately measured. A crash program to make Pentagon spending accountable is essential. But that is also insufficient. DoD also must have an ability to predict much more accurately the cost, performance and schedule of its future programs and policies. The current bias, based on advocacy, is the heart and core of business as usual.
? The basis for competence cannot just be intelligence and hard work; it must also be objectivity and independence. The latter are impossible without ending a fundamentally corrupt incentive system. The iron-clad control of the Pentagon decision-making process by people (in and out of uniform) who are free to then collect salaries and other emoluments from defense contractors and their support structure in Washington must end — without compromise.
The similar sham of members of Congress and — especially — their staff pretending to perform oversight and then accepting jobs from those they “oversee” (includ ing the Pentagon) must also end.
? The money party in Washington for the defense budget must end. The global economic melt down now confronts the Pentagon budget with a mandate to economize, and to do so in a very major way. The days when big Pentagon spenders can dream up new tricks to grow the DoD budget are over.
Consider the fact that today’s de fense budget is more than three times the combined size of every single nation currently or poten tially hostile to us (including China and Russia).
National security “leaders” who cannot find safety at a significantly different standard will bankrupt us and must be discarded.
While simple, these principles will be extremely difficult to im plement. The paragons of cost, bias and deceit will reveal them selves by their obstreperous ran cor at the idea of accepting these principles and the tough-minded actions they imply.
Such uncomplicated principles offer the promise of real reform to a system desperately in need of it.
What is lacking is a president, or a candidate for that office, with the strength of character to acknowl edge the depth of our problems, to embrace principles such as those stated here, and to withstand the typhoon of acrimony that will en sue from those who seek to keep us fat and fadimg.
Winslow T. Wheeler spent 31 years working on Capitol Hill with senators from both political parties and the Government Accountability Office, specializing in national security affairs. Currently, he directs the Straus Military Reform Project of the Center for Defense Information in Washington and is author of The Wastrels of Defense.
Una ‘escuela de guerra’ muy especial
América Latina: las “guerreras sin armas” fomentan un desarrollo basado en la participación
Conchi Piñeiro
Diagonal
Después de su nacimiento en 1999 en Brasil, el programa de la Escuela Guerreros y Guerreras Sin Armas salió por vez primera del país para celebrarse en Oaxaca, México.
La Escuela de Guerreros y Guerreras Sin Armas es un proyecto que surge en 1999 del Instituto Elos de Brasil, gracias a la iniciativa de un grupo de estudiantes de arquitectura que quería poner ésta al servicio de la transformación social. Tal y como reza la presentación del programa de la escuela, las participantes deben trabajar “en una comunidad para la cual pensarán y ejecutarán un proyecto a partir de una técnica constructiva local y que atienda a una necesidad local de los moradores”.
Como otras veces, la invitación a participar en la escuela este verano se hizo a través de un juego colgado en internet (El Camino del Guerrer@: http://egsaoxaca.blogspot.com). Y así llegaron a Oaxaca 25 personas de diferentes países, pero principalmente del propio México. Con la motivación de cambiar el mundo, estas personas llegaron a cuestionarse sus propias formas de hacer en sus colectivos de origen o su participación en proyectos.
La metodología de trabajo en la colonia El Diamante del municipio de Santiaguito Etla, sede del encuentro, partió de un acercamiento a la comunidad por parte de la Universidad de la Tierra AC, ONG que junto con el Instituto Elos organizó la Escuela. La Unitierra tiene un taller de tecnologías apropiadas para la localidad, desde el que se potenciaron instrumentos como las bicimákinas (bici-licuadoras, bici-molinos, etc.).
El proyecto de la Escuela tiene dos líneas de trabajo esenciales : el aprendizaje –construido colectivamente– de ser ‘guerreros y guerreras sin armas’ y, por otra parte, el empoderamiento de la comunidad.
Para ello, se utilizan como herramientas los juegos cooperativos, la comunicación noviolenta, el diálogo y el tequio o trabajo comunitario, entre otros elementos. Una de las claves del proceso de las guerreras es reconocer la belleza de la colonia y trabajar expandiéndola, desarrollando una mirada apreciativa que deja de lado nuestra forma habitual de detectar problemas o dificultades. Este enfoque clásico en otros proyectos que intentan resolver cuestiones acuciantes desde la carencia es parte del ciclo de desempoderamiento que se vive en muchas comunidades.
Como otras veces, las guerreras se acercaron a la colonia poco a poco y recolectaron los sueños de las personas que la habitan, con la tarea de concretarlos en una maqueta que fue discutida, modificada y aprobada por la comunidad, con la participación de las y los guerreros y el tejido social de Oaxaca. Las aspiraciones de las gentes de El Diamante finalmente se reflejaron en lo que llamaron ‘Jardín de los Sueños’, un parque con todos los elementos que la comunidad consensuó y posteriormente construyó : una palapa [cobertizo] para las reuniones y fiestas, una cancha de fútbol/voleibol, jardines con plantas medicinales, caminos con árboles frutales, una capilla y juegos para niños y niñas, entre otros elementos. También se realizó una mejora del camino de acceso a la colonia y de la canalización de las aguas en las calles. Antes de comenzar la Escuela, sus participantes no sabían cómo iba a acabar el proyecto, ya que éste va emergiendo (diseñándose y planificándose) a lo largo de un mes de duración. Y la construcción física se realiza sólo en la última semana y sin dinero.
La Escuela sólo cuenta con los saberes y recursos locales, por lo que sólo queda afilar la creatividad, inspirar e incluir a toda la gente posible en el proyecto. Todo un reto. Lo más poderoso de la semana de trabajos fue ver cómo la gente de la colonia, de otras colonias y otros lugares, junto con infinidad de materiales, iban llegando y se ponían a trabajar sin parar. Todo el mundo quería aportar algo : plantas, tierra fértil, adobes, una técnica de construcción, música, unos hierros viejos,… Y se construyó con criterios ecológicos, sociales y bajo una condición, que fuera espectacular.
El principal objetivo es que las participantes vuelvan a sus comunidades inspiradas y con técnicas eficaces para trabajar en colectivo. La Escuela tiene una nueva edición en Brasil en enero de 2009, y está en proceso de estudio y adaptación cultural para llevar la metodología a otros posibles lugares como Pakistán, Canadá, El Salvador e incluso España.
Conchi Piñeiro
Diagonal
Después de su nacimiento en 1999 en Brasil, el programa de la Escuela Guerreros y Guerreras Sin Armas salió por vez primera del país para celebrarse en Oaxaca, México.
La Escuela de Guerreros y Guerreras Sin Armas es un proyecto que surge en 1999 del Instituto Elos de Brasil, gracias a la iniciativa de un grupo de estudiantes de arquitectura que quería poner ésta al servicio de la transformación social. Tal y como reza la presentación del programa de la escuela, las participantes deben trabajar “en una comunidad para la cual pensarán y ejecutarán un proyecto a partir de una técnica constructiva local y que atienda a una necesidad local de los moradores”.
Como otras veces, la invitación a participar en la escuela este verano se hizo a través de un juego colgado en internet (El Camino del Guerrer@: http://egsaoxaca.blogspot.com). Y así llegaron a Oaxaca 25 personas de diferentes países, pero principalmente del propio México. Con la motivación de cambiar el mundo, estas personas llegaron a cuestionarse sus propias formas de hacer en sus colectivos de origen o su participación en proyectos.
La metodología de trabajo en la colonia El Diamante del municipio de Santiaguito Etla, sede del encuentro, partió de un acercamiento a la comunidad por parte de la Universidad de la Tierra AC, ONG que junto con el Instituto Elos organizó la Escuela. La Unitierra tiene un taller de tecnologías apropiadas para la localidad, desde el que se potenciaron instrumentos como las bicimákinas (bici-licuadoras, bici-molinos, etc.).
El proyecto de la Escuela tiene dos líneas de trabajo esenciales : el aprendizaje –construido colectivamente– de ser ‘guerreros y guerreras sin armas’ y, por otra parte, el empoderamiento de la comunidad.
Para ello, se utilizan como herramientas los juegos cooperativos, la comunicación noviolenta, el diálogo y el tequio o trabajo comunitario, entre otros elementos. Una de las claves del proceso de las guerreras es reconocer la belleza de la colonia y trabajar expandiéndola, desarrollando una mirada apreciativa que deja de lado nuestra forma habitual de detectar problemas o dificultades. Este enfoque clásico en otros proyectos que intentan resolver cuestiones acuciantes desde la carencia es parte del ciclo de desempoderamiento que se vive en muchas comunidades.
Como otras veces, las guerreras se acercaron a la colonia poco a poco y recolectaron los sueños de las personas que la habitan, con la tarea de concretarlos en una maqueta que fue discutida, modificada y aprobada por la comunidad, con la participación de las y los guerreros y el tejido social de Oaxaca. Las aspiraciones de las gentes de El Diamante finalmente se reflejaron en lo que llamaron ‘Jardín de los Sueños’, un parque con todos los elementos que la comunidad consensuó y posteriormente construyó : una palapa [cobertizo] para las reuniones y fiestas, una cancha de fútbol/voleibol, jardines con plantas medicinales, caminos con árboles frutales, una capilla y juegos para niños y niñas, entre otros elementos. También se realizó una mejora del camino de acceso a la colonia y de la canalización de las aguas en las calles. Antes de comenzar la Escuela, sus participantes no sabían cómo iba a acabar el proyecto, ya que éste va emergiendo (diseñándose y planificándose) a lo largo de un mes de duración. Y la construcción física se realiza sólo en la última semana y sin dinero.
La Escuela sólo cuenta con los saberes y recursos locales, por lo que sólo queda afilar la creatividad, inspirar e incluir a toda la gente posible en el proyecto. Todo un reto. Lo más poderoso de la semana de trabajos fue ver cómo la gente de la colonia, de otras colonias y otros lugares, junto con infinidad de materiales, iban llegando y se ponían a trabajar sin parar. Todo el mundo quería aportar algo : plantas, tierra fértil, adobes, una técnica de construcción, música, unos hierros viejos,… Y se construyó con criterios ecológicos, sociales y bajo una condición, que fuera espectacular.
El principal objetivo es que las participantes vuelvan a sus comunidades inspiradas y con técnicas eficaces para trabajar en colectivo. La Escuela tiene una nueva edición en Brasil en enero de 2009, y está en proceso de estudio y adaptación cultural para llevar la metodología a otros posibles lugares como Pakistán, Canadá, El Salvador e incluso España.
Will We Be Coerced Into Selling Off Our Public Lands?
Privatizing the Public Estate
By WILLIAM WILLERS
http://www.counterpunch.com/willers11052008.html
“Selling public lands can help reduce the drain on the treasury”
–Terry Anderson, 2006
There is nothing as priceless in a physical sense that Americans can bequeath their descendents than the public domain – national parks, national forests, bureau of land management (BLM) lands and wildlife refuges that, collectively, make up a third of the nation. These, at least for now, belong equally to all 300 million U.S. citizens, billionaire and pauper alike. But a “private sector” that has bought everything from networks to congressmen has our lands in its crosshairs, and in recent decades right wing economists and legal advisors have devised strategies aimed at their privatization, a goal furthered by repeated reductions of the budgets of land management agencies, allegedly in the interest of “streamlining” government. What puts this issue on front burner now is a skyrocketing national debt of well beyond ten trillion dollars, nearly the size of the entire U.S economy and requiring the National Debt Clock to drop its $ sign in order to make room for the additional digit.
Efforts by private interests to gain control of public lands have evolved from the “Sagebrush Rebellion” of the 1970s, through the “Wise Use Movement”, and into so-called “free-market environmentalism” consisting of a politically powerful and massively funded network of industrial interests and conservative foundations and think tanks pushing privatization via such means as “competitive outsourcing” and “public-private partnerships”. Now, as we learn that Wall Street entities that crashed are so “systemically critical” to society that they are “to big to fail”, and that there is no salvation other than from the federal treasury (taxpayers), what are we to do with this longer-range issue of the ballooning national debt? A family in financial crisis would logically sell of some of its possessions, but at national level what can be liquidated? It’s a pertinent question, and the public domain would surely figure in any ensuing discussion, for what else do We The People own of such immense monetary value?
REAGAN AND HIS REVOLUTION
The architects of free market environmentalism have been candid. Writing in the Cato Journal in 1981, for example, James Beckwith laid out a stepwise plan for privatizing public parks (although applicable to public lands in general) that would begin by encouraging volunteerism. His strategy was for “… ascending radicalism from reform through volunteerism and privatization of services to the outright abolition of public ownership and the transfer of parks to private parties.”
Beckwith knew that a sudden takeover would trigger reaction and therefore proposed that privatization be introduced by degrees, with “the most tentative step” being recruitment of volunteers and later “the contracting out of support services to private firms operating for profit”. (Volunteerism, in this era of Bush/Cheney, is being pushed hard ). Later, Beckwith wrote, “existing public parks could either be given away or sold to the highest bidder.” In such a scenario, we citizens, the former owners, would become “customers”. In a monument to the ruthlessness and sterility of economic logic, he wrote “The gate fee could cover such hard-to-charge-for amenities as the sky, broad vistas, and fragrant flowers.”
Beckwith’s essay had been prepared for a 1980 conference, “Property Rights and Natural Resources: A New Paradigm for the Environmental Movement”, a strategy session for “free-market environmentalism” sponsored by the Cato Institute and the Center for Political Economy and Natural Resources. In it, he cited the assistance of John Baden and Terry Anderson, both of whom are now, nearly three decades later, principal advocates of “free-market environmentalism” and major figures in the effort to privatize public lands.
One of the many organizations and “think tanks” advocating for privatization of the public’s assets, and reliance on market mechanisms rather than regulation of industry, is the Property & Environment Research Center (PERC) whose director is Terry Anderson, author of the introductory quote above. Anderson was lead author of a disturbing 1999 policy paper, also published by Cato, “How and Why to Privatize Federal Lands”, in which he advanced a breathtakingly insidious plan to privatize public domain by allocating to citizens “shares” that could then be sold on the open market where, obviously, poor citizens would be quick to sell. But even the middle class, saddled with mortgages and medical and tuition bills, would in time need to cash out to a corporate sector and a billionaire set waiting on the sidelines. According to Anderson’s vision, this transfer into a small private ownership would take 20-40 years – one or two generations. In 2000, as George W. Bush was running for the Presidency, Terry Anderson became his advisor on public lands issues.
THE “W” ERA
A principal “surge” of the Bush Administration is to privatize as much of society as possible. Privatization of military operations has been especially newsworthy due to actions of mercenary companies in Iraq, such as Blackwater. In 2003, Bush made known his goal of outsourcing as many as 850,000 federal positions, and that same year, Interior Secretary Gale Norton announced intention to privatize more than 16,000 jobs in the U.S. Park Service, nearly 72%. In 2006 alone, 150,000 volunteers worked five million hours in the U.S. Park Service’s “Volunteers in the Parks” program, thus replacing 2451 full time positions, even as Bush’s budgets encouraged private investment. As of 2007, Bush called for a billion dollar private investment in the Park System by 2016. Private sector contracting is also underway in the U.S. Forest Service, the BLM, and the U.S. Fish & Wildlife Service.
In 2005, Republican Richard Pombo, then head of the House Resources Committee, and an advocate for privatizing public land, spearheaded an unsuccessful attempt to allow holders of mining claims on public land to buy the land outright. But the language of the bill, which could have resulted in hundreds of millions of acres of public lands being privatized, was so nebulous that a New York Times editorial labeled the bill “a blatant fraud on the American people, expressed in bland legislative legalese.” The following year, a “revenue-sharing” plan for the sale of BLM land would have sent 70% of the proceeds directly to the Federal Treasury. Environmentalist Janine Blaeloch, director of the Western Lands Project, argued that “The worry is the link between the deficit and selling these lands; … That concept has now been put forth so many times by the Bush Administration that people will become indifferent to the proposal. This will further entrench that whole philosophy.”
Public Domain needn’t necessarily be taken from us in a single assault but in bits and pieces and by creatively deceptive policies. In 2007, for example, The U.S. Forest Service, relying on public concerns about global warming, announced a “Carbon Capital Fund” that would allow a citizen to “offset” personal CO2 emissions by buying vouchers, the cash then to be used for tree planting in national forests. In other words, the government is seeking voluntary donations from citizens for management of public forests historically administered from the tax base.
A rising application of “user fees” of various sorts is also a central aspect of the privatization agenda. User fees exclude much of the population from their own lands by “rationing access”, to use the words of Beckwith in his landmark 1981 proposal. “If the price of recreation is raised”, Beckwith wrote, “less of it will be demanded by consumers”. Note that he sees Americans as consumers, not as owners. As in the case of the “health industry”, such user fees naturally deny access to lower income Americans, a factor of no apparent concern to free-marketeers. User fees have elicited considerable public reaction.
Other schemes exist to privatize public land, and they invariably connect to industry-backed efforts to devolve public lands to state and local control and, at the same time, to solidify the sanctity of private property. One organization on this path is the Foundation for Research on Economics and the Environment (FREE), whose director, John Baden, a former member of the National Petroleum Council, has called for a shift of control of public land from “green platonic despots in D.C.” to “local interests”. In this, he mirrors Beckwith, who, in his 1981 proposal to privatize parks, wrote that “it is essential that property rights in the parks be defined, transferred, and enforced”. What makes FREE particularly noteworthy is that it gives workshops designed specifically for federal judges, state supreme court justices, law professors, religious leaders, and what it calls “social entrepreneurs”. FREE has been able to boast that a third of the federal judiciary has attended, or has applied to, its seminars, a troubling fact given that one of the seminars is titled “Liberty and the Environment: A Case for Principled Judicial Activism”.
U.S. governmental analyst Richard C. Cook has laid out his step-by-step analysis of how the Federal Reserve, Wall Street and the U.S. Government engineered the housing bubble and the resulting financial collapse that has yielded a level of anxiety in U.S. citizens not seen since the Great Depression of the 1930s. That noted, what is a society driven to such a level of fear willing to give up? While arguments and strategies for selling off our public lands have not yet met with major success, they lurk in the background like loaded guns. The fact that on every citizen’s head is a $34,000 debt that is growing cancerously is itself becoming an ever-stronger argument for liquidation of our land.
Privatization can take place before the public is aware, for laws allowing such measures can be hidden within massive spending bills and voted on by members of Congress who have had little time for critical review and hence no understanding of many of the bill’s details. And as legal machinery is being set up for such a takeover, who would warn the people? Brokaw or Williams of NBC/General Electric? Gibson or Stephanopoulos of ABC/ Disney? Any of the wealthy “journalists” reporting for the corporate “persons” that now own the networks and that would certainly be big winners in any privatization model?
Beckwith, Cato, PERC, FREE … these are just parts of a much larger system aimed at the transfer of public domain into private hands. The web is so vast, and its interests can be advanced through so many guises, that paths can be difficult to follow. Its program is advancing rapidly now that the nation’s citizens, already focused on terrorism and foreign wars, have been placed in panic mode by an economy in shambles and a Treasury Secretary and Wall Street profiteer named Paulson who, when he stares into the camera and says “We had no choice”, is really telling Americans “You have no choice”.
Bill Willers is emeritus professor of biology, University of Wisconsin-Oshkosh, founder of Superior Wilderness Action Network (SWAN) and editor of "Learning to Listen to the Land" and "Unmanaged Landscapes", both from Island Press.
By WILLIAM WILLERS
http://www.counterpunch.com/willers11052008.html
“Selling public lands can help reduce the drain on the treasury”
–Terry Anderson, 2006
There is nothing as priceless in a physical sense that Americans can bequeath their descendents than the public domain – national parks, national forests, bureau of land management (BLM) lands and wildlife refuges that, collectively, make up a third of the nation. These, at least for now, belong equally to all 300 million U.S. citizens, billionaire and pauper alike. But a “private sector” that has bought everything from networks to congressmen has our lands in its crosshairs, and in recent decades right wing economists and legal advisors have devised strategies aimed at their privatization, a goal furthered by repeated reductions of the budgets of land management agencies, allegedly in the interest of “streamlining” government. What puts this issue on front burner now is a skyrocketing national debt of well beyond ten trillion dollars, nearly the size of the entire U.S economy and requiring the National Debt Clock to drop its $ sign in order to make room for the additional digit.
Efforts by private interests to gain control of public lands have evolved from the “Sagebrush Rebellion” of the 1970s, through the “Wise Use Movement”, and into so-called “free-market environmentalism” consisting of a politically powerful and massively funded network of industrial interests and conservative foundations and think tanks pushing privatization via such means as “competitive outsourcing” and “public-private partnerships”. Now, as we learn that Wall Street entities that crashed are so “systemically critical” to society that they are “to big to fail”, and that there is no salvation other than from the federal treasury (taxpayers), what are we to do with this longer-range issue of the ballooning national debt? A family in financial crisis would logically sell of some of its possessions, but at national level what can be liquidated? It’s a pertinent question, and the public domain would surely figure in any ensuing discussion, for what else do We The People own of such immense monetary value?
REAGAN AND HIS REVOLUTION
The architects of free market environmentalism have been candid. Writing in the Cato Journal in 1981, for example, James Beckwith laid out a stepwise plan for privatizing public parks (although applicable to public lands in general) that would begin by encouraging volunteerism. His strategy was for “… ascending radicalism from reform through volunteerism and privatization of services to the outright abolition of public ownership and the transfer of parks to private parties.”
Beckwith knew that a sudden takeover would trigger reaction and therefore proposed that privatization be introduced by degrees, with “the most tentative step” being recruitment of volunteers and later “the contracting out of support services to private firms operating for profit”. (Volunteerism, in this era of Bush/Cheney, is being pushed hard ). Later, Beckwith wrote, “existing public parks could either be given away or sold to the highest bidder.” In such a scenario, we citizens, the former owners, would become “customers”. In a monument to the ruthlessness and sterility of economic logic, he wrote “The gate fee could cover such hard-to-charge-for amenities as the sky, broad vistas, and fragrant flowers.”
Beckwith’s essay had been prepared for a 1980 conference, “Property Rights and Natural Resources: A New Paradigm for the Environmental Movement”, a strategy session for “free-market environmentalism” sponsored by the Cato Institute and the Center for Political Economy and Natural Resources. In it, he cited the assistance of John Baden and Terry Anderson, both of whom are now, nearly three decades later, principal advocates of “free-market environmentalism” and major figures in the effort to privatize public lands.
One of the many organizations and “think tanks” advocating for privatization of the public’s assets, and reliance on market mechanisms rather than regulation of industry, is the Property & Environment Research Center (PERC) whose director is Terry Anderson, author of the introductory quote above. Anderson was lead author of a disturbing 1999 policy paper, also published by Cato, “How and Why to Privatize Federal Lands”, in which he advanced a breathtakingly insidious plan to privatize public domain by allocating to citizens “shares” that could then be sold on the open market where, obviously, poor citizens would be quick to sell. But even the middle class, saddled with mortgages and medical and tuition bills, would in time need to cash out to a corporate sector and a billionaire set waiting on the sidelines. According to Anderson’s vision, this transfer into a small private ownership would take 20-40 years – one or two generations. In 2000, as George W. Bush was running for the Presidency, Terry Anderson became his advisor on public lands issues.
THE “W” ERA
A principal “surge” of the Bush Administration is to privatize as much of society as possible. Privatization of military operations has been especially newsworthy due to actions of mercenary companies in Iraq, such as Blackwater. In 2003, Bush made known his goal of outsourcing as many as 850,000 federal positions, and that same year, Interior Secretary Gale Norton announced intention to privatize more than 16,000 jobs in the U.S. Park Service, nearly 72%. In 2006 alone, 150,000 volunteers worked five million hours in the U.S. Park Service’s “Volunteers in the Parks” program, thus replacing 2451 full time positions, even as Bush’s budgets encouraged private investment. As of 2007, Bush called for a billion dollar private investment in the Park System by 2016. Private sector contracting is also underway in the U.S. Forest Service, the BLM, and the U.S. Fish & Wildlife Service.
In 2005, Republican Richard Pombo, then head of the House Resources Committee, and an advocate for privatizing public land, spearheaded an unsuccessful attempt to allow holders of mining claims on public land to buy the land outright. But the language of the bill, which could have resulted in hundreds of millions of acres of public lands being privatized, was so nebulous that a New York Times editorial labeled the bill “a blatant fraud on the American people, expressed in bland legislative legalese.” The following year, a “revenue-sharing” plan for the sale of BLM land would have sent 70% of the proceeds directly to the Federal Treasury. Environmentalist Janine Blaeloch, director of the Western Lands Project, argued that “The worry is the link between the deficit and selling these lands; … That concept has now been put forth so many times by the Bush Administration that people will become indifferent to the proposal. This will further entrench that whole philosophy.”
Public Domain needn’t necessarily be taken from us in a single assault but in bits and pieces and by creatively deceptive policies. In 2007, for example, The U.S. Forest Service, relying on public concerns about global warming, announced a “Carbon Capital Fund” that would allow a citizen to “offset” personal CO2 emissions by buying vouchers, the cash then to be used for tree planting in national forests. In other words, the government is seeking voluntary donations from citizens for management of public forests historically administered from the tax base.
A rising application of “user fees” of various sorts is also a central aspect of the privatization agenda. User fees exclude much of the population from their own lands by “rationing access”, to use the words of Beckwith in his landmark 1981 proposal. “If the price of recreation is raised”, Beckwith wrote, “less of it will be demanded by consumers”. Note that he sees Americans as consumers, not as owners. As in the case of the “health industry”, such user fees naturally deny access to lower income Americans, a factor of no apparent concern to free-marketeers. User fees have elicited considerable public reaction.
Other schemes exist to privatize public land, and they invariably connect to industry-backed efforts to devolve public lands to state and local control and, at the same time, to solidify the sanctity of private property. One organization on this path is the Foundation for Research on Economics and the Environment (FREE), whose director, John Baden, a former member of the National Petroleum Council, has called for a shift of control of public land from “green platonic despots in D.C.” to “local interests”. In this, he mirrors Beckwith, who, in his 1981 proposal to privatize parks, wrote that “it is essential that property rights in the parks be defined, transferred, and enforced”. What makes FREE particularly noteworthy is that it gives workshops designed specifically for federal judges, state supreme court justices, law professors, religious leaders, and what it calls “social entrepreneurs”. FREE has been able to boast that a third of the federal judiciary has attended, or has applied to, its seminars, a troubling fact given that one of the seminars is titled “Liberty and the Environment: A Case for Principled Judicial Activism”.
U.S. governmental analyst Richard C. Cook has laid out his step-by-step analysis of how the Federal Reserve, Wall Street and the U.S. Government engineered the housing bubble and the resulting financial collapse that has yielded a level of anxiety in U.S. citizens not seen since the Great Depression of the 1930s. That noted, what is a society driven to such a level of fear willing to give up? While arguments and strategies for selling off our public lands have not yet met with major success, they lurk in the background like loaded guns. The fact that on every citizen’s head is a $34,000 debt that is growing cancerously is itself becoming an ever-stronger argument for liquidation of our land.
Privatization can take place before the public is aware, for laws allowing such measures can be hidden within massive spending bills and voted on by members of Congress who have had little time for critical review and hence no understanding of many of the bill’s details. And as legal machinery is being set up for such a takeover, who would warn the people? Brokaw or Williams of NBC/General Electric? Gibson or Stephanopoulos of ABC/ Disney? Any of the wealthy “journalists” reporting for the corporate “persons” that now own the networks and that would certainly be big winners in any privatization model?
Beckwith, Cato, PERC, FREE … these are just parts of a much larger system aimed at the transfer of public domain into private hands. The web is so vast, and its interests can be advanced through so many guises, that paths can be difficult to follow. Its program is advancing rapidly now that the nation’s citizens, already focused on terrorism and foreign wars, have been placed in panic mode by an economy in shambles and a Treasury Secretary and Wall Street profiteer named Paulson who, when he stares into the camera and says “We had no choice”, is really telling Americans “You have no choice”.
Bill Willers is emeritus professor of biology, University of Wisconsin-Oshkosh, founder of Superior Wilderness Action Network (SWAN) and editor of "Learning to Listen to the Land" and "Unmanaged Landscapes", both from Island Press.
México y la "Ciudad de las Ideas"
Filosofía para dudar de la realidad, del pensamiento y de todo. No creas en todo lo que te venden.
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels/Universidad de la Filosofía
A estas cosas quieren que nos acostumbremos
Con la lógica del Shopping han ideado un zapping de novedosismo ideológico. Uno más. ¿Muy oportuno? Se trata de una pasarela Think Tank bestselleriana que supone tener la prerrogativa simpática de traerle a México las ideas "provocadoras" que le hacen falta. Flota en el medioambiente ideológico de esta "Ciudad de las Ideas" una admiración mansa por los ideólogos norteamericanos (aunque no todos los invitados nacieran allá). Del 6 al 8 de noviembre. Auspician varias empresas paradigmas neoliberales. [1] Organiza "Poder Cívico A.C." Ellos suscriben aquello de "No creas en todo lo que piensas" pero cree en nuestro negocio. Participar cuesta 21 900 pesos sólo por entrar, hoteles y transportes se ofrecen aparte. (Dos mil cien dólares aproximadamente). 442 salarios mínimos. En puebla el salario mínimo es de $49.50 pesos diarios. [2] (Al rededor de 5 dólares).
Paradójica e insosteniblemente se realizará en Puebla, feudo del gobernador afamado por sus nexos impunes con la pedofilia y la persecución incesante a la periodista Lidia Cacho, quien es denunciante y victima de la mafia empresario-gubernamental poblana. [3] ¿Por qué no la invitaron a este foro? No aparece en el programa. "En el mes de noviembre del 2008 Puebla se transformará en la Ciudad de las Ideas, anunció el secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar, quien destacó que se trata de un proyecto del gobernador del estado, Mario Marín Torres." [4] Ellos sostienen que se trata de un foro mundial para que "grandes pensadores e ideólogos" den a conocer en México ideas, pensamientos, proyectos o planes encaminados a la transformación del planeta. ¿Hacia dónde? ¿Con el modelo de los "genios" yanquis que desfondaron al mundo? ¿Con las fórmulas del capitalismo salvaje?
Hay en los pueblos "sed de ideas" pero no estupidez: el capitalismo se cae a pedazos. ¿Hay quien lo dude?
Un paisaje (no exhaustivo) de México para que las "mentes brillantes" piensen cómo transformarlo: Crece el desempleo y más mexicanos regresan de USA para ser explotados en condiciones infrahumanas luego de haber sido explotados allá en forma inhumana. México padece el peor baño de violencia en su historia protagonizado por las redes del narcotráfico, el crimen organizado y un gobierno espurio que anhela "modernizar" (privatizar) el petróleo de todos los mexicanos. México padece los índices más bajos en calidad educativa, vivienda y salud pública de su historia. El crecimiento económico está detenido, los indígenas padecen las peores vejaciones y represiones, la clase obrera vive ahogada en deudas y los monopolios mediáticos celebran ganancias obscenas frente a un pueblo usurpado, alienado y desnutrido. La clase política goza del peor prestigio, gana sueldos insultantes y es jauría mansa al servicio de la élite empresarial, la explotación, el saqueo y la corrupción más degenerada. México vive el secuestro fiscal y bancario (ultra refinado) de los salarios, del trabajo y de las tierras... mantiene a una cúpula parasitaria que cuenta con algunos de los hombres más ricos del planeta [5] . Ahora el asalto financiero más descarado de la historia se ha perpetrado y nosotros pagaremos consecuencias monstruosas... una vez más. Ellos, por ser cómplices del saqueo, cobran sueldos obscenos. Para pensarlo en serio ¿no?
Es verdad que en México, como en el mundo, hacen falta ideas... pero ideas para la práctica revolucionaria. Todo mundo ve con claridad cómo el capitalismo se derrumba a diario y no lo ve como en la tele, lo padece en carne viva y lo paga con trabajo, penurias y sangre. Todo mundo siente la humillación y el hurto, lo vive con terror y con indignación bajo la mezcla criminal de medidas económicas dictatoriales, militarización ilegal y payasadas mediáticas alienantes. Todo mundo tiene claro que el capitalismo es responsable de todas las desdichas y calamidades que reinan con impunidad insultante, todos ven su vida, su trabajo y su patrimonio a expensas de un modo de vida esclavizante que se impone como fatalidad, como amenaza y como callejón sin salida. Y sin embargo la inmensa mayoría piensa y busca los medios y los modos para producir cambios sustanciales, no reformas, no maquillajes, no ilusiones. Todo mundo sabe que hacen falta ideas correctas para impulsar un cambio en sentido correcto: la revolución mexicana permanente esta vez hacia el socialismo. A pesar de todos los bloqueos mediáticos que nos victiman con desinformación y con mentiras "periodísticas" mercenarias. A pesar de los mares de saliva demagógica entrenada y financiada para regalar el petróleo. A pesar de los intelectuales burgueses lebreles del entreguismo. Entre otras cosas.
Hacen falta ideas y acciones, las mejores ideas, al servicio de la emancipación. Hacen falta ideas y acciones para terminar con la miseria y con la barbarie. Hacen falta ideas y acciones para recuperar el ánimo y la confianza en la organización de los trabajadores. Y hacen falta ideas y acciones para transformar al mundo hacia lo nuevo que, si realmente lo será, lo será por ser socialista. Eso es lo nuevo verdaderamente. No hacen falta voluntarismos mercantiles entusiasmando con vendernos más ideas para perder el tiempo, por novedosas o provocadoras que parezcan en el aparador bobalicón de ciertos intelectuales ciegos, sordos e ignorantes. Aunque vendan muchos libros, aunque salgan en la tele, aunque vociferen y adornen al capitalismo con pases de silogismos mágicos. La realidad exige pensadores revolucionarios, los pensadores de los trabajadores. A los trabajadores sólo lo salvan los trabajadores en lucha organizada, no las "mentes brillantes" de los intelectuales burgueses aliados con empresa y con gobernantes mafiosos. Habrá que proponer una revolución socialista de las ideas en esa "Ciudad de las Ideas". Le vendría bien.
--------------------------------------------------------------------------------
[1] http://www.ciudaddelasideas.com/
[2] Resolución del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que fija los salarios mínimos generales y profesionales vigentes a partir del 1 de enero de 2008. http://www.sat.gob.mx/sitio_internet/asistencia_contribuyente/informacion_frecuente/salarios_minimos/
[3] http://www.lydiacacho.net/
[4] http://www.periodicodigital.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=34226&Itemid=85
[5] Slim ha amasado una fortuna en un país en donde el ingreso per capita anual ronda los $6,800 dólares, y en donde, la mitad de su población vive en la pobreza . Su riqueza equivale al 6.3%de la producción anual del PIB de México. http://www.futurismoglobal.com/2007/03/forbes-declara-slim-como-el-tercer_09.html
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Fundación Federico Engels/Universidad de la Filosofía
A estas cosas quieren que nos acostumbremos
Con la lógica del Shopping han ideado un zapping de novedosismo ideológico. Uno más. ¿Muy oportuno? Se trata de una pasarela Think Tank bestselleriana que supone tener la prerrogativa simpática de traerle a México las ideas "provocadoras" que le hacen falta. Flota en el medioambiente ideológico de esta "Ciudad de las Ideas" una admiración mansa por los ideólogos norteamericanos (aunque no todos los invitados nacieran allá). Del 6 al 8 de noviembre. Auspician varias empresas paradigmas neoliberales. [1] Organiza "Poder Cívico A.C." Ellos suscriben aquello de "No creas en todo lo que piensas" pero cree en nuestro negocio. Participar cuesta 21 900 pesos sólo por entrar, hoteles y transportes se ofrecen aparte. (Dos mil cien dólares aproximadamente). 442 salarios mínimos. En puebla el salario mínimo es de $49.50 pesos diarios. [2] (Al rededor de 5 dólares).
Paradójica e insosteniblemente se realizará en Puebla, feudo del gobernador afamado por sus nexos impunes con la pedofilia y la persecución incesante a la periodista Lidia Cacho, quien es denunciante y victima de la mafia empresario-gubernamental poblana. [3] ¿Por qué no la invitaron a este foro? No aparece en el programa. "En el mes de noviembre del 2008 Puebla se transformará en la Ciudad de las Ideas, anunció el secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar, quien destacó que se trata de un proyecto del gobernador del estado, Mario Marín Torres." [4] Ellos sostienen que se trata de un foro mundial para que "grandes pensadores e ideólogos" den a conocer en México ideas, pensamientos, proyectos o planes encaminados a la transformación del planeta. ¿Hacia dónde? ¿Con el modelo de los "genios" yanquis que desfondaron al mundo? ¿Con las fórmulas del capitalismo salvaje?
Hay en los pueblos "sed de ideas" pero no estupidez: el capitalismo se cae a pedazos. ¿Hay quien lo dude?
Un paisaje (no exhaustivo) de México para que las "mentes brillantes" piensen cómo transformarlo: Crece el desempleo y más mexicanos regresan de USA para ser explotados en condiciones infrahumanas luego de haber sido explotados allá en forma inhumana. México padece el peor baño de violencia en su historia protagonizado por las redes del narcotráfico, el crimen organizado y un gobierno espurio que anhela "modernizar" (privatizar) el petróleo de todos los mexicanos. México padece los índices más bajos en calidad educativa, vivienda y salud pública de su historia. El crecimiento económico está detenido, los indígenas padecen las peores vejaciones y represiones, la clase obrera vive ahogada en deudas y los monopolios mediáticos celebran ganancias obscenas frente a un pueblo usurpado, alienado y desnutrido. La clase política goza del peor prestigio, gana sueldos insultantes y es jauría mansa al servicio de la élite empresarial, la explotación, el saqueo y la corrupción más degenerada. México vive el secuestro fiscal y bancario (ultra refinado) de los salarios, del trabajo y de las tierras... mantiene a una cúpula parasitaria que cuenta con algunos de los hombres más ricos del planeta [5] . Ahora el asalto financiero más descarado de la historia se ha perpetrado y nosotros pagaremos consecuencias monstruosas... una vez más. Ellos, por ser cómplices del saqueo, cobran sueldos obscenos. Para pensarlo en serio ¿no?
Es verdad que en México, como en el mundo, hacen falta ideas... pero ideas para la práctica revolucionaria. Todo mundo ve con claridad cómo el capitalismo se derrumba a diario y no lo ve como en la tele, lo padece en carne viva y lo paga con trabajo, penurias y sangre. Todo mundo siente la humillación y el hurto, lo vive con terror y con indignación bajo la mezcla criminal de medidas económicas dictatoriales, militarización ilegal y payasadas mediáticas alienantes. Todo mundo tiene claro que el capitalismo es responsable de todas las desdichas y calamidades que reinan con impunidad insultante, todos ven su vida, su trabajo y su patrimonio a expensas de un modo de vida esclavizante que se impone como fatalidad, como amenaza y como callejón sin salida. Y sin embargo la inmensa mayoría piensa y busca los medios y los modos para producir cambios sustanciales, no reformas, no maquillajes, no ilusiones. Todo mundo sabe que hacen falta ideas correctas para impulsar un cambio en sentido correcto: la revolución mexicana permanente esta vez hacia el socialismo. A pesar de todos los bloqueos mediáticos que nos victiman con desinformación y con mentiras "periodísticas" mercenarias. A pesar de los mares de saliva demagógica entrenada y financiada para regalar el petróleo. A pesar de los intelectuales burgueses lebreles del entreguismo. Entre otras cosas.
Hacen falta ideas y acciones, las mejores ideas, al servicio de la emancipación. Hacen falta ideas y acciones para terminar con la miseria y con la barbarie. Hacen falta ideas y acciones para recuperar el ánimo y la confianza en la organización de los trabajadores. Y hacen falta ideas y acciones para transformar al mundo hacia lo nuevo que, si realmente lo será, lo será por ser socialista. Eso es lo nuevo verdaderamente. No hacen falta voluntarismos mercantiles entusiasmando con vendernos más ideas para perder el tiempo, por novedosas o provocadoras que parezcan en el aparador bobalicón de ciertos intelectuales ciegos, sordos e ignorantes. Aunque vendan muchos libros, aunque salgan en la tele, aunque vociferen y adornen al capitalismo con pases de silogismos mágicos. La realidad exige pensadores revolucionarios, los pensadores de los trabajadores. A los trabajadores sólo lo salvan los trabajadores en lucha organizada, no las "mentes brillantes" de los intelectuales burgueses aliados con empresa y con gobernantes mafiosos. Habrá que proponer una revolución socialista de las ideas en esa "Ciudad de las Ideas". Le vendría bien.
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[1] http://www.ciudaddelasideas.com/
[2] Resolución del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que fija los salarios mínimos generales y profesionales vigentes a partir del 1 de enero de 2008. http://www.sat.gob.mx/sitio_internet/asistencia_contribuyente/informacion_frecuente/salarios_minimos/
[3] http://www.lydiacacho.net/
[4] http://www.periodicodigital.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=34226&Itemid=85
[5] Slim ha amasado una fortuna en un país en donde el ingreso per capita anual ronda los $6,800 dólares, y en donde, la mitad de su población vive en la pobreza . Su riqueza equivale al 6.3%de la producción anual del PIB de México. http://www.futurismoglobal.com/2007/03/forbes-declara-slim-como-el-tercer_09.html
Brad Will is Still Dead
Oaxaca's Unquiet Grave
By JOHN ROSS
http://www.counterpunch.com/ross11062008.html
Brad Will, the U.S. photo-journalist murdered at the height of the Oaxaca rebellion two years ago, is still dead - although his spirit keeps kicking.
Brad Will's death continues to haunt his family and friends on both sides of the border. Indeed, recent Mexican government allegations that Brad's friends and fellow activists are responsible for his killing have triggered a firestorm of bitterness, frustration, and frank disbelief.
In an article published in 25 alternative U.S. weeklies last year, this reporter traced Brad Will's steps on the day of his death.
All morning on October 27th 2006, as the rebellion to force the removal of brutal Oaxaca governor Ulisis Ruiz was escalating to bloody denouement, Will walked from one barricade to the next interviewing and filming supporters of the Oaxaca Peoples' Popular Assembly or APPO.
In Santa Lucia de los Caminos, a working class suburb of the state capital, Ruiz's gunmen had just opened fire on APPO militants crouched behind a barricade on broad Railroad Avenue. When the gunmen disappeared down a narrow side street, Brad followed the APPO supporters as they pursued the attackers, continuing to film as the pistoleros dashed into a well-fortified compound on Juarez Street. Shots rang out from the upper floor windows but as the afternoon wore on, the confrontation flagged.
Then five local cops in civilian dress appeared at the head of the street about 35 to 50 meters away and turned their weapons on the APPO supporters milling around outside the compound. When the plainclothes police began to fire, Brad turned towards them, still filming. A .38 caliber slug caught him square in the chest. The impact caused him to drop his video camera and swerve to the left where a second bullet smashed into his right side destroying vital organs. Mortally wounded, Brad Will slid down to the sidewalk as the bullets continued to explode around him.
The names of Brad Will's killers are Abel Santiago Zarate AKA "El Chino", Manuel Aguilar AKA "El Comandante", Juan Carlos Soriano AKA "El Chapulin", Juan Sumano, and Pedro Carmona, a Santa Lucia detective with a fearsome reputation, who seemed to direct the operation. A picture of the five assassins firing their weapons ran the next day on the front page of "El Universal", one of Mexico's most important dailies, and has since been republished around the world.
Risking their lives under the barrage of bullets fired from up Juarez Street, four young men ran to the still-breathing cameraman and hustled him around the corner out of harm's way where he lay dying on the sidewalk. Gualberto Navarro's white VW bug was parked just a few feet away and Brad was laid out in the backseat. Photographer Gustavo Vilchis and Leonardo Ortiz would accompany the dying U.S. journalist to the hospital - Vilchis kept applying mouth-to-mouth resuscitation to keep Brad alive. The fourth rescuer, Miguel Cruz, stayed behind.
Getting Brad Will to the Red Cross hospital in Oaxaca city quickly turned into a tragic comedy of errors. The VW got about a mile down the road and ran out of gas. Leonardo and Gualberto tried to flag down a taxi but none would stop. It began to pour. Finally, the driver of a pick-up truck took pity and Brad Will was loaded into the back but he expired on route and was dead on arrival at the Red Cross hospital.
Two of the shooters, Santa Lucia police officers, were held briefly, their .38 pistols examined, and then released. 13 days later, Oaxaca state prosecutor Lizbeth Cana, a Ruiz political operator who now serves the governor as liaison with the state legislature, pinned Brad's murder on the four young men who risked their own lives to try and save the New York-based journalist. Cana lied that his rescuers had delivered the coup de grace on the way to the Red Cross - photographic evidence clearly shows that Brad had been shot twice before being driven into the city. The motive for the killing, according to Lizbeth Cana, was to "internationalize" the conflict in Oaxaca.
"Fabricando cupables" - manufacturing guilty parties - is a staple of the Mexican justice industry.
Although Cana's bizarre allegations never went further than the local press, charges of aiding and abetting Brad Will's execution were revived by federal prosecutor Victor Camilo Corzo at an October 19th Oaxaca press conference when Corzo implied that the photographer's would-be saviors had participated in a cover-up to hide the identity of what he described as the "real killer", Juan Manuel Martinez Moreno, an APPO supporter and director of sports activities for the city of Santa Lucia de los Caminos. The federal prosecutor claims that Martinez Moreno was standing next to the journalist and shot Will from a distance of less than two meters away.
In the kind of exercise in hypocrisy at which the Mexican justice system excels, the federal prosecutor was accompanied by Octavio Orelliana Wiarco whom the government of Felipe Calderon has designated to investigate crimes against journalists. 20 Mexican journalists have been murdered in the past seven years - Wiarco has failed to resolve a single case.
According to Corzo, two unidentified witnesses (subsequently revealed to be an ex-Televisa cameraman and the nephew of the mayor of Santa Lucia de los Caminos who purportedly ordered the cops into action) identified Martinez Moreno as being the person who yelled at Will to stop filming - the warning is recorded on the tape recovered from Brad's camera. Although apparently neither of the witnesses saw Martinez Moreno fire two ".9mm" caliber bullets into Brad, he has been charged with his murder - changing the caliber of the bullets from .38mm as the official autopsy report cites to .9mm seems to be designed to get the Santa Lucia police officers off the hook.
Juan Manuel Martinez Moreno was immediately taken into custody and is now imprisoned at Oaxaca's dread Santa Maria Ixcotel state prison.
The Mexican government's allegations are vehemently contradicted by forensic experts from the National Human Rights Commission (CNDH), a government agency, and Physicians for Human Rights, an NGO asked to investigate the killing by Brad's parents. Indeed, both organizations have concluded that Brad Will was killed by a .38 caliber bullet fired from 35 to 50 meters away. The absence of powder burns on Brad's clothes is a clear indication that he was not shot at close range as the federal prosecutor claims.
The federal prosecutor's charges are "unsubstantiated and inexact" according to Dr. Epifanio Salazar, the CNDH forensic expert - Dr. Salazar once headed the federal justice department's forensic services. Salazar's remarks were made following the arrest of Martinez Moreno and a second APPO supporter Octavio Perez Perez who has been accused of participating in the "cover-up." Eight other warrants, thought to include Gualberto Navarro, Gustavo Vilchis, Leonardo Ortiz, and Miguel Cruz are pending.
Brad Will's murder on October 27th 2006 greenlighted then-Mexican president Vicente Fox to send thousands of military-trained Federal police (PFP) into Oaxaca to brutally quell the rebellion. Hundreds of APPO supporters were jailed and tortured during the crackdown. Fox's decision to send in the PFP was commended by U.S. ambassador Tony Garza, who on the night of Brad's murder, accused the APPO of inciting the violence.
From its start, the federal investigation into the killing has been colored by "politics", charges CNDH ombudsman Jose Luis Soberanes, not usually a squeaky wheel when it comes to government killing of activists (Soberanes is reportedly a member in good standing of the conservative Catholic cabal, Opus Dei.) Why, after two years of foot-dragging has the federal prosecutor suddenly cleared up the case in the 15 days before the anniversary of the killing, the ombudsman asked? His answer: The National Human Rights Commission had insisted that Brad's murder be resolved by the second anniversary of his killing.
Moreover, Soberanes maintains that the U.S. State Department has been pressuring the Calderon government for resolution of the matter prior to releasing $1.4 billion USD in anti-drug funds allocated under the so-called "Merida Initiative."
Last summer, during congressional hearings on the anti-drug initiative, a group of Brad Will's friends lobbied both the U.S. House of Representatives and the Senate not to release any funds to re-arm repressive Mexican security forces until the photo-journalist's murder was cleared up. One result of their doggedness: Senator Patrick Leahy (D. Vermont) inserted one sentence in the Merida Initiative authorization asking for the investigation to be speeded up.
This past Friday (Oct. 24th) following Martinez Moreno's arrest, White House drug czar John Water announced that Merida money was finally on its way to Mexico. Meanwhile, Harry Bubbins, a community gardener, and Rob Jereski, two of Brad Will's closest associates back home on New York City's Lower East Side, have been on hunger strike outside Senator Hillary Clinton's Park Avenue offices demanding that Clinton intervene in the whitewash and frame-up.
The impunity that the Mexican government has extended to the five Santa Lucia de los Caminos police killers is remarkable and could only have been ordered from the top. The usual modus operandi of the Mexican justice system is to "sacrifice" the government assassins and protect what are called here the "intellectual authors" of such violent crimes. But charging the police with Brad Will's murder would have pointed to the collaboration of Governor Ruiz and his party, the once-ruling (71 years) PRI, and driven a wedge between the PRI and Felipe Calderon's right-wing PAN at a moment when the dubiously-elected president desperately needed the PRI's support to push his legislative package through the Mexican congress.
At the top of that legislative wish list was so-called "Energy Reform" i.e. the privatization of the nationalized oil company PEMEX. Opening up PEMEX to private investment by such U.S.-based transnationals as Exxon and Halliburton has long been a priority for Washington whose interests in Mexico Ambassador Garza is sworn to defend.
Last Thursday (Oct. 23rd), after months of acrimonious wrangling in the Mexican Senate, the PAN and its PRI allies finally passed the Calderon privatization "reform" - although the measure is not all the oil giants wanted, it gives them a foot in PEMEX's door. The measure was strenuously opposed by leftist Andres Manuel Lopez Obrador, from whom millions of Mexicans believe Calderon stole the 2006 election scant months before Brad was gunned down. The PRI-PAN coup was voted up in a congressional office building under heavy PFP protection rather than in the Senate, which was ringed by thousands of protestors.
Tragically, in death, Brad Will has become a pawn in this cynical power play by Calderon's government and the terminally corrupt PRI.
Brad Will was not the only victim of Ulisis Ruiz's homicidal mayhem although his death is one of the few that has even been investigated. 26 victims perished under Ruiz's guns between August and October 2006. Now as the Days of the Dead once again dawn over Mexico, Ulisis's "muertos" continue to cry out from their unquiet graves for justice.
John Ross and "El Monstruo" are in the final rounds of their epoch "lucha". These dispatches will continue to be issued at ten-day intervals until the referee's decision is in. If you have further information write johnross@igc.org or visit johnross-rebeljournalist.com
By JOHN ROSS
http://www.counterpunch.com/ross11062008.html
Brad Will, the U.S. photo-journalist murdered at the height of the Oaxaca rebellion two years ago, is still dead - although his spirit keeps kicking.
Brad Will's death continues to haunt his family and friends on both sides of the border. Indeed, recent Mexican government allegations that Brad's friends and fellow activists are responsible for his killing have triggered a firestorm of bitterness, frustration, and frank disbelief.
In an article published in 25 alternative U.S. weeklies last year, this reporter traced Brad Will's steps on the day of his death.
All morning on October 27th 2006, as the rebellion to force the removal of brutal Oaxaca governor Ulisis Ruiz was escalating to bloody denouement, Will walked from one barricade to the next interviewing and filming supporters of the Oaxaca Peoples' Popular Assembly or APPO.
In Santa Lucia de los Caminos, a working class suburb of the state capital, Ruiz's gunmen had just opened fire on APPO militants crouched behind a barricade on broad Railroad Avenue. When the gunmen disappeared down a narrow side street, Brad followed the APPO supporters as they pursued the attackers, continuing to film as the pistoleros dashed into a well-fortified compound on Juarez Street. Shots rang out from the upper floor windows but as the afternoon wore on, the confrontation flagged.
Then five local cops in civilian dress appeared at the head of the street about 35 to 50 meters away and turned their weapons on the APPO supporters milling around outside the compound. When the plainclothes police began to fire, Brad turned towards them, still filming. A .38 caliber slug caught him square in the chest. The impact caused him to drop his video camera and swerve to the left where a second bullet smashed into his right side destroying vital organs. Mortally wounded, Brad Will slid down to the sidewalk as the bullets continued to explode around him.
The names of Brad Will's killers are Abel Santiago Zarate AKA "El Chino", Manuel Aguilar AKA "El Comandante", Juan Carlos Soriano AKA "El Chapulin", Juan Sumano, and Pedro Carmona, a Santa Lucia detective with a fearsome reputation, who seemed to direct the operation. A picture of the five assassins firing their weapons ran the next day on the front page of "El Universal", one of Mexico's most important dailies, and has since been republished around the world.
Risking their lives under the barrage of bullets fired from up Juarez Street, four young men ran to the still-breathing cameraman and hustled him around the corner out of harm's way where he lay dying on the sidewalk. Gualberto Navarro's white VW bug was parked just a few feet away and Brad was laid out in the backseat. Photographer Gustavo Vilchis and Leonardo Ortiz would accompany the dying U.S. journalist to the hospital - Vilchis kept applying mouth-to-mouth resuscitation to keep Brad alive. The fourth rescuer, Miguel Cruz, stayed behind.
Getting Brad Will to the Red Cross hospital in Oaxaca city quickly turned into a tragic comedy of errors. The VW got about a mile down the road and ran out of gas. Leonardo and Gualberto tried to flag down a taxi but none would stop. It began to pour. Finally, the driver of a pick-up truck took pity and Brad Will was loaded into the back but he expired on route and was dead on arrival at the Red Cross hospital.
Two of the shooters, Santa Lucia police officers, were held briefly, their .38 pistols examined, and then released. 13 days later, Oaxaca state prosecutor Lizbeth Cana, a Ruiz political operator who now serves the governor as liaison with the state legislature, pinned Brad's murder on the four young men who risked their own lives to try and save the New York-based journalist. Cana lied that his rescuers had delivered the coup de grace on the way to the Red Cross - photographic evidence clearly shows that Brad had been shot twice before being driven into the city. The motive for the killing, according to Lizbeth Cana, was to "internationalize" the conflict in Oaxaca.
"Fabricando cupables" - manufacturing guilty parties - is a staple of the Mexican justice industry.
Although Cana's bizarre allegations never went further than the local press, charges of aiding and abetting Brad Will's execution were revived by federal prosecutor Victor Camilo Corzo at an October 19th Oaxaca press conference when Corzo implied that the photographer's would-be saviors had participated in a cover-up to hide the identity of what he described as the "real killer", Juan Manuel Martinez Moreno, an APPO supporter and director of sports activities for the city of Santa Lucia de los Caminos. The federal prosecutor claims that Martinez Moreno was standing next to the journalist and shot Will from a distance of less than two meters away.
In the kind of exercise in hypocrisy at which the Mexican justice system excels, the federal prosecutor was accompanied by Octavio Orelliana Wiarco whom the government of Felipe Calderon has designated to investigate crimes against journalists. 20 Mexican journalists have been murdered in the past seven years - Wiarco has failed to resolve a single case.
According to Corzo, two unidentified witnesses (subsequently revealed to be an ex-Televisa cameraman and the nephew of the mayor of Santa Lucia de los Caminos who purportedly ordered the cops into action) identified Martinez Moreno as being the person who yelled at Will to stop filming - the warning is recorded on the tape recovered from Brad's camera. Although apparently neither of the witnesses saw Martinez Moreno fire two ".9mm" caliber bullets into Brad, he has been charged with his murder - changing the caliber of the bullets from .38mm as the official autopsy report cites to .9mm seems to be designed to get the Santa Lucia police officers off the hook.
Juan Manuel Martinez Moreno was immediately taken into custody and is now imprisoned at Oaxaca's dread Santa Maria Ixcotel state prison.
The Mexican government's allegations are vehemently contradicted by forensic experts from the National Human Rights Commission (CNDH), a government agency, and Physicians for Human Rights, an NGO asked to investigate the killing by Brad's parents. Indeed, both organizations have concluded that Brad Will was killed by a .38 caliber bullet fired from 35 to 50 meters away. The absence of powder burns on Brad's clothes is a clear indication that he was not shot at close range as the federal prosecutor claims.
The federal prosecutor's charges are "unsubstantiated and inexact" according to Dr. Epifanio Salazar, the CNDH forensic expert - Dr. Salazar once headed the federal justice department's forensic services. Salazar's remarks were made following the arrest of Martinez Moreno and a second APPO supporter Octavio Perez Perez who has been accused of participating in the "cover-up." Eight other warrants, thought to include Gualberto Navarro, Gustavo Vilchis, Leonardo Ortiz, and Miguel Cruz are pending.
Brad Will's murder on October 27th 2006 greenlighted then-Mexican president Vicente Fox to send thousands of military-trained Federal police (PFP) into Oaxaca to brutally quell the rebellion. Hundreds of APPO supporters were jailed and tortured during the crackdown. Fox's decision to send in the PFP was commended by U.S. ambassador Tony Garza, who on the night of Brad's murder, accused the APPO of inciting the violence.
From its start, the federal investigation into the killing has been colored by "politics", charges CNDH ombudsman Jose Luis Soberanes, not usually a squeaky wheel when it comes to government killing of activists (Soberanes is reportedly a member in good standing of the conservative Catholic cabal, Opus Dei.) Why, after two years of foot-dragging has the federal prosecutor suddenly cleared up the case in the 15 days before the anniversary of the killing, the ombudsman asked? His answer: The National Human Rights Commission had insisted that Brad's murder be resolved by the second anniversary of his killing.
Moreover, Soberanes maintains that the U.S. State Department has been pressuring the Calderon government for resolution of the matter prior to releasing $1.4 billion USD in anti-drug funds allocated under the so-called "Merida Initiative."
Last summer, during congressional hearings on the anti-drug initiative, a group of Brad Will's friends lobbied both the U.S. House of Representatives and the Senate not to release any funds to re-arm repressive Mexican security forces until the photo-journalist's murder was cleared up. One result of their doggedness: Senator Patrick Leahy (D. Vermont) inserted one sentence in the Merida Initiative authorization asking for the investigation to be speeded up.
This past Friday (Oct. 24th) following Martinez Moreno's arrest, White House drug czar John Water announced that Merida money was finally on its way to Mexico. Meanwhile, Harry Bubbins, a community gardener, and Rob Jereski, two of Brad Will's closest associates back home on New York City's Lower East Side, have been on hunger strike outside Senator Hillary Clinton's Park Avenue offices demanding that Clinton intervene in the whitewash and frame-up.
The impunity that the Mexican government has extended to the five Santa Lucia de los Caminos police killers is remarkable and could only have been ordered from the top. The usual modus operandi of the Mexican justice system is to "sacrifice" the government assassins and protect what are called here the "intellectual authors" of such violent crimes. But charging the police with Brad Will's murder would have pointed to the collaboration of Governor Ruiz and his party, the once-ruling (71 years) PRI, and driven a wedge between the PRI and Felipe Calderon's right-wing PAN at a moment when the dubiously-elected president desperately needed the PRI's support to push his legislative package through the Mexican congress.
At the top of that legislative wish list was so-called "Energy Reform" i.e. the privatization of the nationalized oil company PEMEX. Opening up PEMEX to private investment by such U.S.-based transnationals as Exxon and Halliburton has long been a priority for Washington whose interests in Mexico Ambassador Garza is sworn to defend.
Last Thursday (Oct. 23rd), after months of acrimonious wrangling in the Mexican Senate, the PAN and its PRI allies finally passed the Calderon privatization "reform" - although the measure is not all the oil giants wanted, it gives them a foot in PEMEX's door. The measure was strenuously opposed by leftist Andres Manuel Lopez Obrador, from whom millions of Mexicans believe Calderon stole the 2006 election scant months before Brad was gunned down. The PRI-PAN coup was voted up in a congressional office building under heavy PFP protection rather than in the Senate, which was ringed by thousands of protestors.
Tragically, in death, Brad Will has become a pawn in this cynical power play by Calderon's government and the terminally corrupt PRI.
Brad Will was not the only victim of Ulisis Ruiz's homicidal mayhem although his death is one of the few that has even been investigated. 26 victims perished under Ruiz's guns between August and October 2006. Now as the Days of the Dead once again dawn over Mexico, Ulisis's "muertos" continue to cry out from their unquiet graves for justice.
John Ross and "El Monstruo" are in the final rounds of their epoch "lucha". These dispatches will continue to be issued at ten-day intervals until the referee's decision is in. If you have further information write johnross@igc.org or visit johnross-rebeljournalist.com
Student paves way for lasting policies protecting Native religions
By Staff: Rob Capriccioso
http://www.indiancountrytoday.com/national/33581304.html
Story Updated: Nov 3, 2008
STEVENS POINT, Wis. – Students at the University of Wisconsin – Stevens Point have been working overtime to allow American Indians to smudge within their residence halls and on campus.
Graduate student Rory Griffin, Menominee, has led the charge as a result of misunderstandings he and other Native students have faced when practicing aspects of their religions.
During his undergraduate years at Rocky Mountain College in 2004, he faced an incident involving city police after a campus residence hall official mistakenly thought he was smoking marijuana in the courtyard.
What Griffin was actually doing was smudging with sage from his abalone seashell after getting an urgent call from his mother to pray for his grandmother, who was caught in a hurricane.
The police soon realized the situation was a mistake, and Griffin ultimately chose not to take punitive action against the school, despite receiving advice from some confidants to file a lawsuit. Instead, he decided to soldier on – but he soon found that the incident had damaged his reputation.
“My peers were making things uncomfortable for me and it started trickling into the classroom, where I felt professors were treating me differently because of the incident,” he recalls.
As a result, Griffin ended up leaving Rocky Mountain to finish his undergraduate education at Montana State University. After graduating, he enrolled at UWSP to study for a graduate degree in natural resource management.
All was going well until this semester, when he heard about a freshman Native student at his current school, Sandra Gokee, being made to feel uncomfortable about smudging on campus. Immediately, all the bad memories of the Rocky Mountain incident came flooding back.
Griffin soon spoke to administrators, who said similar incidents have occurred over the years but no real policy changes had been put in place to help Native students feel comfortable about practicing their religions.
Ultimately, Griffin reached out to Native students and others to forge a coalition focused on creating a policy that would permit smudging in dorm rooms. The group also wanted to establish a safe zone on campus for Native students who don’t live in dorms to gather and perform their religious ceremonies.
To that end, Griffin and his peers worked many long hours to get what’s called the Native American Religious Act Statute passed by the institution’s student government in October.
The statute makes clear that the federal government protects indigenous culture, customs and religious practices as outlined in the American Indian Religious Freedom Act of 1978. It also notes that some Native students smudge as a part of their religious practices, and calls on the university to uphold federal law by supporting safe spaces for all students.
On the administrative side, Griffin and others are now working with top school officials to establish guidelines to create a safe zone and to mandate the Residence Hall Association to allow smudging.
Some administrators are concerned about the risk of fire hazard, but Griffin is confident that a suitable policy addressing that concern can be developed, especially considering the relatively small amount of smoke released through smudging.
Ron Strege, director of multicultural affairs at the institution, noted that issues surrounding smudging have come up on campus before, but said no substantial administrative action has been taken. This time around, however, he thinks things will be different, especially since a broad coalition of students now supports the smudging agenda.
“It’s part of our Native students’ religions; it’s part of their culture; and for a lot of students, it’s a part of who they are. To deny that part of them is not what we’re trying to do here at Stevens Point.”
He said he’s talked to residence hall administrators and others who support a policy change. He feels it’s just a matter of time before guidelines will be put in place that will be supportive of smudging on campus.
“Like everything in a bureaucracy, it’s moving slowly, But it’s an inevitable thing—it’s going to happen.”
If Griffin is successful in getting a change to the residence hall code, his efforts will not stop with his own campus. He’s already approached the United Council, a statewide student advocacy organization, about bringing the issue before the Wisconsin
state Assembly.
The ultimate goal would be to have language written into the state constitution that would allow smudging in dorms at all University of Wisconsin-affiliated institutions. Another possibility would be to have the regents of the University of Wisconsin system codify the policy across its many campuses.
As to why he’s keeping up the battle, Griffin said he’s doing it for his people.
“I finally realized that this journey is no longer about me. It’s about the people back home on the reservation. And the way that the Creator has guided me to this point in my life, I’m very fortunate to be able to do this for my people.”
http://www.indiancountrytoday.com/national/33581304.html
Story Updated: Nov 3, 2008
STEVENS POINT, Wis. – Students at the University of Wisconsin – Stevens Point have been working overtime to allow American Indians to smudge within their residence halls and on campus.
Graduate student Rory Griffin, Menominee, has led the charge as a result of misunderstandings he and other Native students have faced when practicing aspects of their religions.
During his undergraduate years at Rocky Mountain College in 2004, he faced an incident involving city police after a campus residence hall official mistakenly thought he was smoking marijuana in the courtyard.
What Griffin was actually doing was smudging with sage from his abalone seashell after getting an urgent call from his mother to pray for his grandmother, who was caught in a hurricane.
The police soon realized the situation was a mistake, and Griffin ultimately chose not to take punitive action against the school, despite receiving advice from some confidants to file a lawsuit. Instead, he decided to soldier on – but he soon found that the incident had damaged his reputation.
“My peers were making things uncomfortable for me and it started trickling into the classroom, where I felt professors were treating me differently because of the incident,” he recalls.
As a result, Griffin ended up leaving Rocky Mountain to finish his undergraduate education at Montana State University. After graduating, he enrolled at UWSP to study for a graduate degree in natural resource management.
All was going well until this semester, when he heard about a freshman Native student at his current school, Sandra Gokee, being made to feel uncomfortable about smudging on campus. Immediately, all the bad memories of the Rocky Mountain incident came flooding back.
Griffin soon spoke to administrators, who said similar incidents have occurred over the years but no real policy changes had been put in place to help Native students feel comfortable about practicing their religions.
Ultimately, Griffin reached out to Native students and others to forge a coalition focused on creating a policy that would permit smudging in dorm rooms. The group also wanted to establish a safe zone on campus for Native students who don’t live in dorms to gather and perform their religious ceremonies.
To that end, Griffin and his peers worked many long hours to get what’s called the Native American Religious Act Statute passed by the institution’s student government in October.
The statute makes clear that the federal government protects indigenous culture, customs and religious practices as outlined in the American Indian Religious Freedom Act of 1978. It also notes that some Native students smudge as a part of their religious practices, and calls on the university to uphold federal law by supporting safe spaces for all students.
On the administrative side, Griffin and others are now working with top school officials to establish guidelines to create a safe zone and to mandate the Residence Hall Association to allow smudging.
Some administrators are concerned about the risk of fire hazard, but Griffin is confident that a suitable policy addressing that concern can be developed, especially considering the relatively small amount of smoke released through smudging.
Ron Strege, director of multicultural affairs at the institution, noted that issues surrounding smudging have come up on campus before, but said no substantial administrative action has been taken. This time around, however, he thinks things will be different, especially since a broad coalition of students now supports the smudging agenda.
“It’s part of our Native students’ religions; it’s part of their culture; and for a lot of students, it’s a part of who they are. To deny that part of them is not what we’re trying to do here at Stevens Point.”
He said he’s talked to residence hall administrators and others who support a policy change. He feels it’s just a matter of time before guidelines will be put in place that will be supportive of smudging on campus.
“Like everything in a bureaucracy, it’s moving slowly, But it’s an inevitable thing—it’s going to happen.”
If Griffin is successful in getting a change to the residence hall code, his efforts will not stop with his own campus. He’s already approached the United Council, a statewide student advocacy organization, about bringing the issue before the Wisconsin
state Assembly.
The ultimate goal would be to have language written into the state constitution that would allow smudging in dorms at all University of Wisconsin-affiliated institutions. Another possibility would be to have the regents of the University of Wisconsin system codify the policy across its many campuses.
As to why he’s keeping up the battle, Griffin said he’s doing it for his people.
“I finally realized that this journey is no longer about me. It’s about the people back home on the reservation. And the way that the Creator has guided me to this point in my life, I’m very fortunate to be able to do this for my people.”
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