80 Días de Lucha y Resistencia en todo el País
Giorgio Trucchi
Rel-UITA
El pasado 15 de septiembre ha sido una jornada histórica para toda Honduras. Centenares de miles de hondureños han marchado en todas las ciudades y pueblos del país para conmemorar el Día de la Independencia centroamericana, reafirmar el espíritu unionista de Francisco Morazán y celebrar el día 80 de resistencia contra el golpe de Estado, perpetrado por las fuerzas reaccionarias nacionales e internacionales
Al finalizar la gigantesca marcha que recorrió las principales avenidas de Tegucigalpa, integrantes de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado dieron lectura a una proclama en la que aseveran que “Nuestra Patria está en insurrección no violenta contra el régimen usurpador que asaltó con las armas las instituciones del Estado el 28 de junio, por lo que ninguna conmemoración independentista bajo esa infame y opresora dictadura golpista puede ser considerada. Hoy padecemos la misma opresión del imperio español, que por 300 años impuso cruz y espada a los heroicos pueblos que sobrevivimos a la barbarie. El pueblo de Honduras –continúa la proclama– está en pie de lucha. Hoy celebramos 80 días de incansable resistencia en todo el país por la restauración de la democracia, el retorno del Presidente Constitucional Manuel Zelaya Rosales y la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente”.
El Frente Nacional Contra el Golpe de Estado reivindicó también el derecho del pueblo hondureño al ejercicio de la desobediencia a un régimen despótico, surgido de la fuerza de las armas, tal como lo prevé el artículo 3 de la Constitución.
Proclamó la necesidad de una nueva Constitución “para sentar las bases de nuestra verdadera independencia económica y social, haciendo que la oligarquía, junto con la cúpula político-militar, jamás vuelvan a romper el Orden Constitucional sin recibir su merecido”. También volvió a desconocer y rechazar el proceso electoral militarizado “con que pretenden legalizar la barbarie del pasado 28 de junio”, y agradeció profundamente a todos los pueblos del mundo por “sus invaluables demostraciones de solidaridad en respaldo a nuestra causa. Mientras nuestra lucha se agiganta, los usurpadores se desploman cercados por la humanidad”, concluye la proclama.
Fue una marcha impresionante
Según Porfirio Ponce, vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), afiliado a la UITA, y miembro del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, “Hemos conmemorado la independencia de Honduras y de Centroamérica bajo un régimen de facto, golpista, que si por un lado ha quitado la paz a nuestro pueblo, por el otro ha provocado la unidad y el fortalecimiento del movimiento popular hondureño. A 80 días de lucha desde el golpe se ha desarrollado una movilización jamás vista antes. La gente ha salido a la calle en todo el país –continuó Ponce–, y en Tegucigalpa la participación ha sido impresionante, con mucha más gente que la del pasado 5 de julio, cuando se esperaba la llegada del presidente Manuel Zelaya. Calculamos varios centenares de miles de personas que coparon el Boulevard Morazán y el centro de la ciudad, hasta llegar al Parque Central, en una columna de varios kilómetros”.
El vicepresidente del STIBYS explicó a Sirel que la actividad se desarrolló sin mayores problemas y el Ejército y la Policía no pudieron reprimir la marcha por la enorme cantidad de gente. “Ese pueblo ha despertado, y hoy más que nunca estamos seguros de que nadie va a poder detener el proceso que nos llevará a la Asamblea Constituyente. Ese pueblo tiene fe que va a recuperar lo que le pertenece a través de una Constitución hecha para el pueblo y no para los ricos oligarcas del país”.
Zelaya y Ortega celebran la Independencia
En ocasión de la semana de conmemoración de la Independencia Centroamericana, los presidentes de Nicaragua y Honduras, Daniel Ortega Saavedra y Manuel Zelaya Rosales, recibieron la “Antorcha de la Libertad” de mano de estudiantes nicaragüenses en la Hacienda San Jacinto, lugar histórico en el que en 1856 el Ejército de Nicaragua derrotó a los filibusteros del aventurero estadounidense William Walker.
“En este sitio histórico se desarrolló una de las batallas que son símbolo de la lucha para defender nuestra libertad –dijo Manuel Zelaya–. Seguimos trabajando y luchando por la Patria, porque nuestros adversarios y enemigos siguen siendo los mismos, y tenemos que duplicar nuestros esfuerzos para seguir venciéndolos para defender la democracia. Hoy que en Honduras se ha suprimido la libertad y que vuelven los deseos de los grupos oligárquicos de mantener al pueblo como esclavo –continuó el Presidente hondureño– el pueblo de Nicaragua se une al de Honduras en defensa de la democracia en Centroamérica. No descansaremos y no daremos tregua hasta lograr rescatar la democracia en Honduras y derrocar al régimen golpista que usurpa el poder de la nación”, concluyó.
Por su lado, el presidente Daniel Ortega dijo que no se puede seguir hablando de democracia en América Latina mientras en Honduras siguen los golpistas atropellando y asesinando al pueblo. “La comunidad internacional tiene la obligación moral y ética de acompañar al pueblo hondureño en esta batalla, para que los golpistas salgan de Honduras”, concluyó. En los próximos días el presidente Manuel Zelaya, quien junto a los miembros de su gobierno permanecen en Nicaragua, hablará ante el plenario de la Asamblea General de la ONU.
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