Un informe advierte de los riesgos de una deportación masiva
David Brooks
La Jornada
Una reforma migratoria integral que incluya la legalización de trabajadores indocumentados nutriría el crecimiento económico y beneficiaria a trabajadores estadunidenses e inmigrantes, concluye un nuevo informe presentado hoy, que intenta repudiar uno de los principales argumentos de fuerzas antimigrantes en este país.
Si se implementa una reforma integral que incluya la legalización de los aproximadamente 12 millones de indocumentados en el país y establezca límites flexibles para flujos migratorios a futuro, se calcula que tal reforma aportaría por lo menos 1.5 billones de dólares adicionales al producto interno bruto de este país a lo largo de una década, y elevaría los salarios tanto para trabajadores estadunidenses como para los inmigrantes, según la investigación presentada hoy en Washington.
A corto plazo, de acuerdo con la investigación, la legalización generaría entre 4.5 y 5.4 mil millones en ingresos tributarios adicionales para el gobierno y suficiente gasto de consumo para apoyar hasta 900 mil empleos.
Si, por el contrario, se adopta una política de deportación masiva y la clausura de todo flujo migratorio en la frontera entre Estados Unidos y México, el impacto económico sería de una reducción del PIB por 2.6 billones a lo largo de una década, o sea una reducción de 1.46 por ciento anualmente.
Estas conclusiones son el resultado de una investigación encabezada por Raúl Hinojosa Ojeda, director fundador del Centro Estadunidense de Integración y Desarrollo y profesor en la Universidad de California en Los Ángeles, patrocinada por el Centro para el Progreso Estadunidense y el Centro de Política de Inmigración, ambos reconocidos centros de investigación y estudios de políticas en Washington. El informe divulgado hoy, Elevando el nivel salarial mínimo de los trabajadores estadunidenses: los beneficios económicos de la reforma inmigratoria integral, se presenta al arrancar de nuevo el gran debate político sobre una reforma migratoria que el gobierno de Barack Obama ha prometido promover.
Hinojosa subrayó, en conferencia de prensa, que la legalización aporta a la economía general no sólo al elevar los salarios de los trabajadores, sino contribuye a mayor consumo, más impuestos, mayor inversión en forma capital humano y mayor productividad. A la vez, si se promueve una política de control y represión de la migración, tendrá un efecto drásticamente negativo sobre la economía. Hinojosa señaló que se aplicó una política de deportación masiva entre 1929 a 1932 que contribuyó al desplome de la economía, y esa política fue revertida por Franklin Roosevelt al llegar a la Casa Blanca.
Indicó que los migrantes indocumentados ya contribuyen a la economía, pero contribuirán mucho más si son legalizados, ya que serán participantes plenos, con derechos, en la economía.
El informe podría ser clave, ya que el impulso a una reforma integral en torno a la migración que incluya la legalización de los indocumentados enfrenta enormes obstáculos políticos, sobre todo la dificultad de promover tal reforma en medio de una de las peores crisis económicas en la historia del país, con una tasa de desempleo de aproximadamente 10 por ciento.
Las conclusiones de esta extensa investigación buscan anular el principal argumento de las fuerzas que se oponen a una reforma migratoria y que han descarrilado dos intentos previos para lograrla desde inicios de esta década: que los migrantes roban los empleos de los ciudadanos, y que presionan hacia abajo los niveles salariales de todos al aceptar trabajar por menos.
La investigación fue elaborada empleando bases sobre la experiencia real de los efectos de la última reforma migratoria en 1986, la cual incluyó la legalización de casi 3 millones de indocumentados. El informe está disponible aqui
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