Carlos Manzo
Rebelión
http://www.rebelion.org
Corrían los primeros días de junio del 2006, caminaba por algunas calles del zócalo de ‘la verde antequera’ entonces transformada en el campamento más grande que se hubiera visto en Oaxaca y en México en los últimos años1, debido a las manifestaciones y el plantón que los contingentes del movimiento magisterial procedente de las diversas regiones del estado mantenían en el zócalo de Oaxaca. En mi permanente deambular, sin dirección aparente, aparecían ante mis ojos imágenes en carteles y grafiti que dibujaban a URO con orejas de burro, imagen muy socorrida por los profes para denotar la ignorancia, la cerrazón y la terquedad que, con perdón de tan singular animal, son características personales e institucionales que hasta ahora refleja quien se dice ‘gobernador’ de ese estado.
Algunos compañeros y compañeras del Concejo Ciudadano Unihidalguense, como los hermanos De la Rosa; Mohamed Otaquí y Soledad Mijangos, entre muchos otros, participaban del plantón en su calidad de profesores y en representación de sus escuelas o secciones, no era entonces ni se trataba de una actividad del CCU aunque sus compañeros estábamos preocupados y buscábamos alguna manera de apoyarlos, visitarlos o por lo menos servirles de mensajeros en nuestras repentinas idas y venidas a la ciudad de Oaxaca. No lejos estaban en nuestra memoria marchas plantones y huelgas de hambre que, en el 2003-2004, en esos mismos escenarios habíamos representado en coordinación con el Concejo Indígena y Popular Ricardo Flores Magón (CIPO-RFM), que también fueron fuertemente reprimidos y encarcelados, en aquel entonces por José Murat Casaab2, otro al que también poco le faltaba para rebuznar, aunque, tal vez, un poco menos sanguinario que URO.
Paralelamente, durante la última semana de mayo y la primera de junio de ese tan complejo e intricado 2006, se realizaba también el festival internacional de cine y video indígena, que viene al caso pues nos había correspondido la realización de las proyecciones de muchos interesantes documentales de este festival en varios municipios del Istmo, como San Dionisio, Niltepec, La Ventosa y Unión Hidalgo, tarea en la que para otras zonas de la región también nos habíamos coordinado con los colectivos BiBaani de Ixtepec y Radio Totopo de Juchitán; y digo que eran importantes e interesantes porque en los contenidos de gran parte de estos videos –‘Sicapapa no se vende’, por ejemplo—resaltan la importancia de los medios de comunicación como la radio y el mismo video en las luchas de resistencia de nuestros pueblos y comunidades indígenas en contra de la acción e imposición de megaproyectos por los malos gobiernos en contubernio con las empresas transnacionales3.
En el marco de este festival, es decir, entre el festival, las primeras megamarchas y el plantón corría entonces el rumor de un posible desalojo represivo a los maestros, quienes para este momento conocíamos las dimensiones reales del caso, además de la cárcel, pensamos que esa medida sólo podía caber en la cabeza de un ignorante y empezaba a caber entre esas orejas de burro pintadas al grafit, apenas una semana antes del 14 de junio4. hasta entonces la APPO no existía, ni siquiera era imaginada por quienes hasta ahora dicen ser sus dirigentes o concejeros, algunos ya encumbrados en la cámara local de diputados otros empeñados en pensar y formular otra política desde abajo y a la izquierda, por tanto lo que si había y existe hasta ahora es reflejo de esto, lo que se conoce como el movimiento indígena y el movimiento social oaxaqueño, ambas expresiones de lo mismo y , también, ambas divididas e incluso fragmentadas, al parecer irreversiblemente por la intrusión de los partidos políticos, al igual que el denominado movimiento indígena nacional.5
Si bien es cierto, la primera asamblea constitutiva de la APPO se da en noviembre de 2006, ya se hablaba de la misma como una red de organizaciones y colectivos en apoyo al movimiento magisterial desde el mes de julio, es así que por exhorto de los propios profesores de nuestra comunidad participantes entonces en el CCU, el Concejo de Ancianas y Ancianos de rancho Gubiña y el propio Concejo Ciudadano Unihidalguense resuelven por consenso y respaldado por oficio, incorporarse a la asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño, con la que se mantuvo permanente comunicación a través de los compañeros profesores por lo que en su primera Asamblea Constituyente, junto con otros colectivos de la región del Istmo, se propone y acepta como consejero de la misma al compañero Alberto Juan Castillo, más conocido como ‘Macha’, en la misma Asamblea Constituyente, coordinados con compañeros de San Blas Atempa, Radio Totopo de Juchitán y Radio Arco Iris de Jalapa del Marqués se propone también como consejero por nuestra región al compañero Rubén Valencia Núñez, siempre considerando el principio de fungir, más que como representantes, como enlace entre los colectivos, las comunidades y la Asamblea estatal6.
Esta situación ha motivado que en diversas ocasiones nos hayamos referido a la existencia de la APPO en el Istmo, lo que a algunos compañeros de la región y ajenos a ella no agrada del todo, como tampoco agrada el que desde el mes sexto del año 2005, algunos de los colectivos arriba mencionados veamos con buenos ojos la aparición de la VI Declaración de la Selva Lacandona y hayamos también, en su momento, firmado nuestra adherencia a La Otra Campaña, a nivel nacional-internacional e intergaláctico—tal vez por ello podemos estar en todas partes y , a la vez, en ningún lado, es la nueva hermeneútica de la otra política que viejos localistas no entienden y no entenderán mientras continúen con sus aspiraciones por alguna diputación u otro hueso en el caduco sistema electoral partidista.
Viene al caso señalar que una intención de este breve artículo ha sido sobre todo resaltar la ignorancia de URO durante su desgobierno que ha representado, además de la represión más aguda que se haya vivido en la entidad, la cero tolerancia a formas y espacios de participación y representación independientes y autonomistas. Dicha ignorancia salió a relucir nuevamente en el Istmo de Tehuantepec, cuando en días pasados acompañó a Fecal a inaugurar otro parque eólico de la región en La Ventosa, decía URO, palabras más palabras menos, que no insistiría en recordar las ventajas que el Istmo presenta como la mejor opción para la construcción de la refinería, ignorando lo que ya muchos estudios, como el de Alejandro Toledo, han referido en los siguientes términos: “el Puerto de Salinacruz presenta una contaminación de tipo crónica debido a los constantes aportes de contaminantes provenientes de los desechos humanos, la carga y descarga de buques, los desechos de embarcaciones pesqueras, las fugas y los derrames de hidrocarburos, siendo muy notoria en el puerto y disminuyendo hacia el mar abierto. De acuerdo con el marco ambiental en esta evaluación, la zona litoral que comprende el área portuaria y la Bahía de La Ventosa, y la propia zona oceánica, se encuentran progresivamente afectadas por la presencia de hidrocarburos de alto peso molecular, de metales pesados, y de bacterias patógenas, que ponen en serio riesgo la calidad ambiental del medio marino, de sus recursos pesqueros y, finalmente, de la salud humana. (…) En su futuro se perciben mayores transformaciones y, por lo tanto, un alto potencial de tensiones ecológicas y sociales.”7
Seguramente nos acusarán nuevamente de ‘opositores al desarrollo’ al resaltar nuevamente la alta fragilidad ecológica del Istmo, ante los megaproyectos que por virtud de la más aguda crisis del capitalismo se verán en suspenso en próximos años; sin embargo, lo cierto es que los malos gobiernos y ejecutores de los planes y programas se han encargado en menos de cincuenta años de destruir lo que en otro tiempo fuera el “trópico cálido y bello”, sin la más mínima consideración del medio ambiente y de la gente que lo habita.
A manera de conclusión8:
Chupa chonna diidxa`gucadiaga’ Ruben ne Isabel.
Bi’chi’du
Pa bi’che’ laabe guanabadiidxacabe naa
Bi’che’ pue raabe’ guiruti binnizá que zanda di guiní’ cadi bi’chi’ di xtoobi casi ca laanu, ngue runi guiraanu nacadu bi’chidu jma ru si pa cului pe’ bi’che’ laabe.
Pa guninaacabe laa cayuninaacabe naa
Ngue ruuni bi’che’ laabe.
Pa nadxiibe xquiidxe casi naa
Laaca’ nacadu bi’chi’du.
Dos tres palabras para Rubén e Isabel.
Bi’chi’du
Si hermanos somos han preguntado
Claro hermano digo, nadie binnizá puede negar a otro semejante como hermano, como bi’chi’, más aún si en tanto nos parecemos.
Si daño le hacen me hacen daño
Por eso somos hermanos
Si ama a nuestro pueblo
También hermanos somos
Finalmente, esos tristes últimos acontecimientos que a todos indignan, más allá de la masacre a civiles en Palestina, me vino a recordar irremediablemente aquellos mis 80’s tapatíos, cuando en las peñas cantábamos …
La Cigarra
“Tantas Veces me mataron
Tantas veces me morí
Sin embargo estoy aquí
Resucitando
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal
y seguí cantando…
Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que el sobreviviente
Que vuelve de la guerra…
Salud,… y nos seguimos viendo en el ya no tan ‘nuestro’ Istmo aunque con la certeza de que ‘otro mundo es posible’ y sobre todo uno ‘donde quepan muchos mundos’…
Carlos Manzo
CCU/CNI
Víspera de la Candelaria, 2009, Tlalcoligia, D.F.
2/7/09
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